BETIS GETAFE 19022021Real Betis

Bienvenidos a la bonita élite

El calendario que se le presenta al Real Betis, incluido el partido de ayer ante el Getafe, se llama ganar, ganar, ganar y meter presión. No hay más. Y el Betis no se puede permitir menos. Ahora está en dinámica ganadora y en una Liga tan cambiante como la que estamos viviendo las oportunidades hay que aprovecharlas en el instante en el que se presentan. Hasta las pendencias arbitrales se saldan de forma favorable y el Betis ya no es el perjudicado. En un partido como el del viernes, que se le estaba haciendo bola, le pitaron dos penaltis. Uno que es cuestionable, porque contacto hay, pero entonces se deberían de pitar tropecientos, como el de Cabaco. Y otro, aunque tonto, es claro. 

Pero la cuestión es que el Getafe venía siendo un equipo a la deriva, desposeído de su identidad, y a esos barcos hay que abordarlos y hundirlos.  Ganas y metes presión. Tanta que al jugar el viernes el resto de oponentes se tienen que abrochar los machos porque el Betis demuestra ser el equipo más serio para las plazas europeas. Porque antes miraba de reojo a la séptima pero ahora desafía de frente a la quinta. Y ese empuje hace pensar, y acojona. Los siguientes partidos vienen bajo la misma interpretación: Cádiz y Alavés. Equipos con muchas necesidades que encima tienen envites más que enredosos esta jornada, Barcelona y Real Sociedad, respectivamente. Y en el segundo caso interesa que salga cuanto menos airoso. El calendario te brinda esa maravillosa oportunidad donde la ilusión le debe ganar la partida al miedo a perder.

Y bienvenidos a la bonita élite. Donde ganas y solo quieres que llegue el siguiente partido para volver a ganar. Donde cuando el Panda no controlaba una pelota en el centro del campo y ahora le birla un penalti decisivo a todo un capitán como Joaquín, que se lo concede confiado de que no va a fallar. Porque la élite engancha y lo cambia todo. Porque cuando miras que el de al lado no marra un pase, tú no quieres que tu marca se te vaya. Y así se consigue una solidez, y triunfos, y casi sin darte cuenta te metes en una pelea a la que no te habían invitado al inicio. Y encimas tú eres el que puedes marcar el ritmo. Esa es la élite, que aunque exigente es más que gratificante. Ustedes me dirán.

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