OPINIÓN
El Real Madrid ganó este domingo en Huesca en un partido mucho más ‘sucio’ y apretado de lo que se podía pensar. Jugaba ante el colista, que venía de perder 0-4 en Copa, y empezó marcando a los siete minutos de encuentro. Muchos a los diez minutos de partido en El Alcoraz vacilaban ya con la goleada. Sin embargo, el Huesca puso muy cara la derrota, sacando las uñas del primer minuto al noventa. Si al final los tres puntos volaron de vuelta a la capital fue, en primer lugar, por la actuación de Courtois –quien lo paró todo excepto un testarazo a bocajarro de Gonzalo Melero que se escapó solo-, y por la actuación de Gareth Bale. Sí, de Gareth Bale.
El galés llegaba muy exigido después de la gran actuación en Copa del Rey tanto de Isco Alarcón como de Marco Asensio, que dejaron cuatro goles y una asistencia entre los dos. El envite estaba sobre la mesa de juego. Los dos atacantes opositaban a la titularidad, mientras que el ‘11’ y no Lucas Vázquez era el que menos crédito estaba recolectando para ganarse su puesto en el once de Solari. Sin embargo, Gareth respondió en Huesca. Vaya si respondió. Fue cuestión de Bale y diez más prácticamente.
El galés marcó el 0-1 para los blancos con una buena volea a centro de Odriozola. Era el primer disparo a puerta del Real Madrid. Pero es que las ocasiones más claras llegaron también con su firma: dos disparos que obligaron al portero local a hacer sendas estiradas de póster, más otra vaselina abortada por los pelos. Las cuatro primeras ocasiones de los blancos fueron todas de Gareth Bale. Quien por cierto, jugó en la banda izquierda al lado de Carvajal, y no por la derecha como suele hacerlo. Quién sabe si Solari ha dado así con la clave táctica para sacar el mayor rédito del de Cardiff.
La actuación de Bale no sólo fue providencial por Asensio, Isco y porque el recuerdo del Melilla estaba todavía vívido entre el madridismo, sino sobre todo porque la victoria merengue en Huesca le sirve para reengancharle definitivamente a La Liga tras los pinchazos de Alavés y Sevilla esta jornada. El Real Madrid vuelve a los puestos de Champions League. Y lo hizo principalmente gracias al gol de Gareth Bale en El Alcoraz. El heredero exhibe galones justo a tiempo.
