Sebastian Villa Talleres Boca Fecha 18 Superliga 02022020Amilcar Orfali/Getty Images

Atlético Mineiro descartó la llegada de Villa por la denuncia de violencia de género

Sebastián Villa comenzó a buscar un nuevo destino luego de que Boca decidiera mantenerlo apartado del plantel hasta tanto la Justicia se expida sobre la denuncia de violencia de género que le realizó su expareja, Daniela Cortés. Pero si el colombiano pensó que alejarse de Argentina haría que sus problemas desaparecieran, la realidad comienza a mostrarle lo contrario: Atlético Mineiro, el club que tenía avanzada su contratación, decidió descartar la operación a partir de la gravedad de la acusación que pesa en su contra.

El Galo había comenzado las gestiones por el jugador a pedido de Jorge Sampaoli a mediados de agosto: luego de que el Xeneize descartara la posibilidad de un préstamo, el conjunto brasileño presentó una propuesta de cuatro millones de dólares, que también fue rechazada. En las últimas semanas, las conversaciones continuaron y desde el Departamento de Fútbol del conjunto gaúcho confiaban en que el acuerdo estaba cerca, pero entonces irrumpió el presidente Sette Cámara y echó todo para atrás de manera definitiva.

"El Atlético del futuro precisa de pilares sólidos que van más allá del campo de juego. La comisión y el departamento de fútbol tienen independencia para evaluar y nominar, pero la decisión final es mía. No va a venir", explicó el dirigente en su cuenta de Twitter, en un mensaje que acompañó con el hashtag #VireEseJogo ("Cambia el juego"), perteneciente a una campaña contra la violencia de género.

No fue casual que el presidente haya comunicado su decisión a través de las redes sociales: según explica O Globo el club brasileño consideró que era necesario tomar una posición institucional en el asunto. No solamente por la catarata de críticas que surgió por parte de los hinchas apenas se conocieron las gestiones por futbolista acusado de golpear a su pareja, sino también porque llegaron a la conclusión de que la operación podía dañar fuertemente la imagen del Galo y su relación con los patrocinadores. 

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