Carlo Ancelotti tiene una de las trayectorias más exitosas de la historia del fútbol. Como jugador triunfó en el Milan y como entrenador ha ganado allá donde ha estado. Es el único técnico que ha conquistado la Liga en Francia, Inglaterra, España, Alemania e Italia y ha conquistado la Champions en cuatro ocasiones desde el banquillo, dos con el Milan y dos con el Real Madrid.
El buen trabajo del italiano le ha llevado a trabajar en los mejores equipos de Europa, pero claro, esos equipos demandan un nivel mayor que el resto y sus propietarios son mucho más exigentes. De hecho, Ancelotti ha trabajado con algunos de los más duros: Silvio Berlusconi, Nasser Al-Khelaïfi, Florentino Pérez, Karl-Heinz Rummenigge y, sobre todo, Roman Abramovich.
El magnate ruso ha sido con diferencia del que peor recuerdo tiene el transalpino. "Ha sido el que peor se lo ha hecho pasar sin ninguna duda", recalca su entorno. El propio Ancelotti, en su libro "Liderazgo tranquilo", habla de su experiencia con el ex presidente del Chelsea. "La relación con el propietario no era buena. Para romper una relación basta con ir sumando pequeños detalles. Estuvo el despido y reemplazo de Ray Wilkins, y Abramovich también empezó a decir que yo tenía preferencia por ciertos jugadores; puede que se creyera los rumores sobre mi favoritismo. Le dije que no era cierto, se lo dejé muy claro. Puede que lo del favoritismo fuera un pretexto. Yo creo que la principal razón de Abramovich para echarme fue que desde su punto de vista no dirigía bien al equipo".
Getty ImagesAncelotti, en su libro, habla también de que muchas veces, el motivo por el que le contratan luego suele ser la razón o excusa por la que le despiden. "Me contratan para que sea amable y tranquilo con los jugadores, pero en cuanto hay algún descontento, es muy propio de ellos decir que el problema está ahí. Si salgo ganador es porque soy un tipo tranquilo; del mismo modo, si salgo perdedor también es porque soy un tipo tranquilo. ¿Cómo se explica? Es una paradoja, pero me atrapó en el Chelsea".
Además, el italiano advirtió que en su etapa en el equipo inglés, el hecho de que tanto el director ejecutivo (Peter Kenyon) como el director deportivo (Frank Arnesen) complicó mucho las cosas, porque eso hizo que Abramovich apareciera de improvisto para pedir explicaciones de manera brusca si algo no le gustaba. "Procuré escuchar y no reaccionar impulsivamente, pero quizá debería haber estado preparado y tener lista alguna explicación. Aquella relación con un propietario era nueva para mí; ni siquiera Berlusconi había sido tan exigente".
Aprendiendo inglés en un convento en Holanda
De hecho, la relación con Roman Abramovich fue complicada desde antes de fichar por el Chelsea. En el verano de 2008, el equipo inglés ya tantó a Ancelotti para ficharle, pero al ruso no le gustó que el técnico italiano no tuviera un buen dominio del inglés y decidió finalmente fichar a Luiz Felipe Scolari. No obstante, el brasileño fue despedido a comienzos de 2009 y de nuevo Ancelotti pasó a estar en el radar del Chelsea. El italiano, debido a su orgullo, estuvo una semana entera en un convento en Holanda, fundado a comienzos del siglo XX por la congregación francesa de las Hermanas Canónigas de Lunéville, la finca Eikenheuvel, situada en la diminuta localidad de Vught, próxima a Eindhoven. "Estábamos de ocho de la mañana a ocho de la noche. Si el idioma había sido un inconveniente la vez anterior, estaba decidido a que no lo fuese ahora; me gusta que se diga que soy buen estudiante y estudié a conciencia".
La aparición de Mariann
Los comienzos de Carletto en Londres no fueron sencillos, pese a que sus inicios a nivel de resultados sí eran muy buenos (14 victorias en los primeros 16 partidos). Pero todo cambió cuando conoció a Mariann. La que hoy es su esposa endulzó su estancia en Londres hasta el punto de que mantienen una casa en la capital inglesa, la cual administra la hijastra de Ancelotti. "Tú serás mi prometida algún día", le dijo Ancelotti a la empresaria canadiense en el restaurante londinense en el que se conocieron. Dicho y hecho. Concretamente en 2014, tras conquistar La Décima con el Real Madrid, la feliz pareja se casó en Vancouver.
Getty ImagesUna relación especial con Lampard y los veteranos
A Ancelotti le comunicaron que no seguiría como entrenador del Chelsea cuando el equipo cayó derrotado en el último partido de la segunda temporada del italiano en el equipo 'blue', en un partido ante el Everton. Aquella noche, cuando el equipo volvió a Londres, los veteranos del equipo, Lampard, Drogba, Terry... llevaron al italiano a cenar por ahí y tomar copas. "Era la primera vez que me ocurría en mi vida profesional, creo que les caía simpático", reconoció Ancelotti.
Getty ImagesEso sí, la decisión de su cese parecía tomada meses antes. Cuando el Chelsea cayó en los cuartos de final de la Champions League ante el Manchester United, Abramovich había bromeado el día anterior con Carlo. "Si pierdes mañana, no vuelvas al trabajo". Carlo volvió, pero aquella "broma" terminó convirtiéndose en realidad meses después.
Alex Ferguson comentaba en el libro de Ancelotti lo sucedido aquella noche. "Después del partido vino a mi vestuario de Old Trafford. Cuanso se sentó, me di cuenta de que pasaba algo maló. Pensé que quizá se tratara de una desgracia familiar, pero se trataba de Abramovich. Cuando Carlo volvió al vestuario, Abramovich le estaba esperando porque habían perdido. Le dijo en términos inequívocos cuáles iban a ser las consecuencias. Carlo estaba realmente afectado. Ahora, al recordarlo, pienso que Carlo hizo bien en procuparse. Abramovich estaba decidido. Carlo había quitado a Fernando Torres para poner a Didier Drogba, que marcó enseguida. Al final ganamos nosotros el partido 2-1 y los eliminamos con un total de 3-1. Abramovich había pagado 50 millones de libras por Torres. Un derroche total, pero cómo había pagado todo ese dineral, habían perdido y encima Carlo había sustituido a Torres, creo que Abramovich ya había decidido la suerte de Carlo".
Ahora, doce años después, Ancelotti se enfrenta a Frank Lampard, el que fue su jugador en el Chelsea y ahora es amigo. Con él, Lampard llegó a su máximo nivel como futbolista en una etapa en la que el mediocentro del Chelsea siempre era comparado con Steven Gerrard, la estrella del Liverpool. Ambos se convirtieron en los mejores centrocampistas ingleses de aquellos años, pero para Carlo el mejor siempre fue Lampard.




