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Al fondo siempre hay sitio

Ruben Uria BlogGoal

Fue un Atlético de Madrid irreconocible. Todo lo que pudo salir mal en Bucarest salió peor. Si Simeone buscaba un empate sin goles, encontró otro error defensivo y encajó un tanto que vale doble. Si el Cholo se ganaba los elogios por armar un once valiente, noventa minutos después recibía jarabe de palo por un planteamiento conservador. Si había fe en un grupo de jugadores que cada vez se desenvuelven mejor con balón, el equipo no supo administrarlo. Si había quedado claro que este Atleti - este, no el de años anteriores-, se siente más cómodo con balón que sin él, el Atleti cedió campo y posesión a un Chelsea que aprovechó la concesión. Si había argumentos futbolísticos para pensar que Correa, Llorente, Joao Félix o Suárez serían capaces de generar ocasiones, el Atleti generó entre poco y nada. Si había atléticos que pensaban que en una eliminatoria contra el Chelsea el monte sería orégano, Giroud se encargó de echar una buena paletada de arena en las ilusiones colchoneras. Y si había aficionados colchoneros que esperaban una reacción del equipo después de sendos tropiezos domésticos, al Atleti le salió el peor partido de lo que va de temporada. ¿Se jugó mal? Lo vería un ciego. ¿Se podrá remontar? Habrá que tener fe en esa tarea. Del barco se han bajado muchos, pero al fondo hay sitio.

Con la coartada de una de las peores noches de Simeone y sus jugadores, la inquisición se está poniendo las botas. Al igual que en la mítica "Aterrriza como puedas", han formado una cola enorme para ir "tranquilizando" al Cholo y sus futbolistas. Metafóricamente hablando, sobran manos y candidatos para arrearle al argentino una serie de bofetadas, zarandeos y golpes, como en la citada película. Al menos, literalmente hablando, no van con bates de béisbol, cadenas y palos. Algo es algo. En todo caso, a furibunda legión de detractores del Cholo, este febrero la vida les besa en la boca. De ahí que muestren, de manera indisimulada, una sonrisa de oreja a oreja. Los que decían que el Atleti era "favorito", los que decían que tenía un "plantillón" y que el Atleti ya era campeón en enero, son los mismos que ahora lapidan a Simeone y su equipo con latiguillos como "el Atleti se desinfla", el globo del Cholo se deshincha, Simeone es "cagón" en Europa o aquello tan manido de "el Atleti tiene un ADN perdedor". Sentencias propias de analfabetos futbolísticos elevados a su enésima potencia, a los que cabe comprender haciendo un ejercicio de empatía: han tenido el contenedor de bilis hasta los topes y es bueno soltar todo eso por algún sitio, para que la particular fosa séptica se airee. 

Al grano: ¿Se equivocó Simeone? Seguro. ¿Estuvo mal? Sí. ¿El equipo no estuvo a la altura? Claro. ¿Se esperaba más del Atleti? Naturalmente. Y ahora, dicho eso, reconocido eso, sin reservas y sin ambages, conviene poner pie en pared. El Atleti, que por lo visto es un desastre y debería ir pensando en enviar a Simeone a algún gulag de Siberia, resulta que es líder de la Liga con tres puntos de ventaja y un partido menos, situación que habrían firmado todos los atléticos en agosto. Y además, resulta que, por lo visto, todavía tendrá que jugar un partido de vuelta en Londres, donde intentará hacer posible lo que todos dicen que es imposible. Sólo existe algo más idiota que negar que el Atleti jugó de pena en Bucarest y sólo existe algo más torpe que intentar repartir carnés de buenos y malos atléticos: pensar que la temporada iba a ser un crucero de placer y negar que Simeone es lo mejor que le ha pasado al Atlético de Madrid en sus más de cien años de historia. 

Cuando la porquería se desparrama, unos corren y otros se quedan. A golpe de histeria y espoleados por la corriente mediática que quiere ver al Cholo en Siberia, algunos se han bajado del barco. Y si la marea sigue subiendo, se bajarán casi todos. La realidad es que el equipo atraviesa un mal momento, que esto es muy largo, que todavía está líder y tiene 90 minutos para remontar. ¿Qué rival del Atleti no firmaría su situación? Ya lo decía Luis: "Máteme, pero no mienta". Es momento para creyentes. Al fondo, porque esto es el Atleti y no un concurso de histéricos, siempre hay sitio.

Rubén Uría

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