Es algo que suele hacer bastante. No termina de quedar claro qué sienten sus compañeros ni qué tan bien o mal le puede hacer al equipo. Lo cierto es que Cristiano Ronaldo está acostumbrado a remarcar los errores de sus propios jugadores ni bien terminan las jugadas.
En general, después de que Ronaldo ‘recrimina’ o advierte por un error a un compañero de Portugal, ese jugador baja la cabeza y acepta el reto. Pero no Pepe. El central del Beşiktaş tiene mucho recorrido encima y, en el encuentro ante Marruecos, fue parte de una particular secuencia en la que dejó claro que los gritos en la cara no van para él.
Fue sobre el final del primer tiempo. Llegó un centro desde la derecha de Marruecos que cayó en el borde del área chica y Boutaib no solo ganó en el salto si no que metió un cabezazo que pasó cerca de la portería. Pudo haber sido gol.
Al instante, Cristiano, que suele descender y participar de cada pelota defensiva, levantó el brazo derecho y apuntó a Pepe. “Era tuyo”, pareció decirle. Y el defensor, muy lejos de achicarse, empezó a ‘responderle’. Que si la pelota viene por ese lado las marcas se tendrían que haber tomado de otra manera. Que ese atacante no le correspondía. Que….de pronto, se frenó, como si se arrepintiera del gasto de energía. Llevó el brazo hacia atrás como cuando se manda a alguien a….Le dio la espalda. CR caminó para otro lado. Pepe miró al portero para recibir una pelota corta.
Ronaldo y Pepe fueron compañeros del Real Madrid desde el 2009, cuando CR llegó a España, hasta junio del 2017, el momento en el que Pepe no pudo tener continuidad.
