Antony tuvo que asumir un papel de espectador mientras el Betis se enfrentaba a viejos rivales en el Ramón Sánchez Pizjuán. Se ubicó en un palco ejecutivo tras recibir una tarjeta roja en un partido de LaLiga contra el Girona, luego de propinar una patada alta a Joel Roca.
Aunque no pudo salir al campo, el brasileño de 25 años se aseguró de acompañar a sus compañeros en el estadio del Sevilla. Y Antony no iba a pasar desapercibido: la estrella del Samba se divirtió provocando a sus rivales, tanto dentro como fuera del terreno de juego.

