"El tema del brazalete está muy exagerado. Es un motivo de orgullo ser capitán, pero nunca fue un problema y nunca será un problema en esta selección nacional", dijo Lewandowski. "Hablamos de ello dentro del equipo, y nunca fue un problema. Para mí, lo importante es concentrarnos en cómo juega la selección nacional, lo que hacemos bien y lo que necesitamos mejorar. Ser capitán es un gran honor, pero no debería exagerarse".
Cuando se le preguntó si la gestión de Urban se siente como un nuevo comienzo para la selección nacional, añadió: "Deberían preguntarle a los jugadores, porque yo no estuve allí. Pero nos dijeron que estábamos casi comenzando de nuevo.
"Fue una gran sensación escuchar mi nombre llamado [por los aficionados] después de irme. Me dio motivación extra, y sentí que mi deseo de regresar era aún más fuerte gracias a ese apoyo. Ellos jugaron un papel enorme en mi decisión, y quiero agradecerles nuevamente."