Un solo club en toda Europa puede jactarse de ser favorito a ganar la Champions League y ese es el Real Madrid. Los catorce trofeos que se exhiben en el museo de la Casa Blanca, las incontables noches mágicas que atestiguó el Santiago Bernabéu -el único estadio del mundo donde 90 minuti son molto longo- y las cinco consagraciones en los últimos diez años son motivos de sobra para que el conjunto blanco aparezca en cualquier lista de candidatos al título que se elabore antes del inicio de la competencia.
Sin embargo, en esta temporada 2023-24, la marquesina del equipo de la capital española brilla menos que en años anteriores. Si bien en las principales casas de apuestas es el tercero que menos paga, sólo por detrás de Manchester City y Bayern Munich, las cuotas son tres veces superiores a las de los Citizens. Y los análisis estadísticos de Opta Analyst lo ubican con apenas un 6% de probabilidades de campeonar, que si bien es la cuarta cifra más elevada, es más de seis veces menor que las chances de los de Pep Guardiola (38,9%) y muy similares a los 5,6% de Inter de Milán.
¿Por qué un Real que fue campeón hace solo dos años después de una campaña inolvidable, ahora afronta la Liga de Campeones con las expectativas a la baja? Las razones son múltiples.






