Qué transformación la del Aston Villa esta temporada. Comenzó su campaña en la Premier League con apenas dos puntos en cinco partidos, pero desde entonces ha ganado 11 y solo ha perdido uno de sus últimos 12 encuentros.
Morgan Rogers se ha convertido en el símbolo de esa remontada. En un partido de Europa League ante el Bolonia, en septiembre, llegó a ser aplaudido de forma irónica por la afición del Villa cada vez que completaba un pase, reflejo de la frustración por su falta de eficacia. Hoy, esa historia parece lejana.
Semana tras semana, Rogers desafía al xG a un ritmo que recuerda al Gareth Bale de la temporada 2012-13: golazos constantes, remates espectaculares y una confianza creciente. El Villa se ha colocado en la pelea por el título y, si su atacante estrella —que ya suma siete goles en liga— mantiene este nivel, seguirá firme en esa carrera.
Unai Emery ha insistido en que Rogers debe mantenerse “enojado” en su ambición goleadora.
“Siempre juega bien. Hace su trabajo y es versátil en distintas posiciones”, explicó tras el doblete del delantero ante el Leeds.
“Tal vez hoy mostró que está enojado por marcar. Y cuando está enojado, anota. Se centró en cómo podía alcanzar cifras y lo consiguió, ayudando al equipo y a nuestra victoria. Es un jugador que puede lograr números. El año pasado alcanzó dobles dígitos en goles y asistencias, y este año creo que lo volverá a hacer.
“Ya estaba jugando de forma fantástica antes de este partido, aunque sin cifras, pero ayudando al equipo. Con estos goles, brilla aún más. Morgan es muy importante cuando marca y cuando no lo hace: trabaja tácticamente, es versátil y rinde con gran regularidad.
“Hambre y enojo por marcar. Ambas cosas. Ese es el camino.”