Petit comentó: "En temporadas anteriores, el proyecto del PSG se centraba en estrellas individuales, no en el colectivo. El enfoque estaba en grandes nombres, jugadores que a veces parecían más importantes que el propio club. Kylian Mbappé fue el último de esos íconos y, posiblemente, el más grande de todos. Con su salida, el PSG ha cerrado un capítulo. Hoy, no hay egos exagerados, ni megaestrellas globales acaparando la atención. La verdadera estrella es el equipo, y en el centro de todo está Luis Enrique. Ha hecho algo notable. Al principio, era difícil entender lo que estaba construyendo, pero ahora está claro: ha creado un equipo que juega el uno para el otro, no para los titulares."
Añadió: "El fútbol moderno ha evolucionado, y esta versión del PSG es una prueba de esa evolución. Hay jugadores de clase mundial, sí, pero no hay divas. No hay distracciones, solo fútbol. Seré honesto: nunca fui un seguidor del PSG. No conecté con el proyecto que impulsaron durante años, comprando a los mejores jugadores en cada posición, esperando que el dinero ganara títulos. La historia nos ha demostrado que el dinero ayuda, pero no garantiza el éxito. Los egos a menudo se interponían en el camino, tanto en el vestuario como en el campo. Pero ahora, ver al PSG es un placer. Me encuentro casi convirtiéndome en fanático, algo que nunca pensé que diría. Antes me era indiferente si ganaban o perdían en la Ligue 1. Ahora, realmente quiero que ganen porque me dan orgullo. Me dan placer."