La única nota amarga de una carrera intachable: por qué Andrés Iniesta no ganó el Balón de Oro

Si bien su debut en el primer equipo del FC Barcelona fue allá por 2002, fue recién en la temporada 2004-05 cuando Iniesta se ganó definitivamente su lugar en el once de la mano de Frank Rijkaard. Justamente ese año, el Barça cortó su sequía de seis años sin títulos en LaLiga. Desde ese momento, la importancia del de Fuentealbilla en el equipo sólo fue en aumento, pero fue la llegada de Pep Guardiola al banquillo blaugrana la que le llevó a otro nivel.

Seis meses después del arribo de Pep, Iniesta aspiró por primera vez a un premio individual: en enero de 2009 quedó noveno en la gala del Jugador Mundial de la FIFA 2008. Desde entonces seguiría una década consecutiva de nominaciones: en 2009 entró en la lista tanto para el galardón otorgado por la casa madre del fútbol como para el Balón de Oro, entre 2010 y 2015 fue candidato en todas las ediciones del premio fusionado "FIFA Balón de Oro" y en 2016 nuevamente aspiró al Balón de Oro y al flamante The Best, al que también fue candidato en 2017, en la que sería su última aparición en una lista corta.

Más allá de que tantas nominaciones consecutivas hablan de su vigencia, lo cierto es que fueron dos las ocasiones en las que realmente tuvo oportunidades reales de ser premiado.

Cuando llegó el Mundial 2010, Don Andrés ya era una estrella internacional. Seis meses antes había quedado cuarto en la votación del Balón de Oro y quinto en la del Jugador Mundial de la FIFA. Su temporada 2009-10 había estado marcada por algunas lesiones, pero en Sudáfrica Iniesta brilló. Y no solo por su inolvidable gol en la final contra Países Bajos.

Adorado para siempre por la afición española y aplaudido en todos los estadios del país cada vez que saltaba al campo con el Barcelona, el manchego brilló en la primera mitad de un curso 2010-11 donde el equipo blaugrana ganaría el doblete de Liga y Champions.

Cuando se anunció que los finalistas que optaban a quedarse con la primera edición del "FIFA Balón de Oro" eran el propio Iniesta, Xavi Hernández y Messi, en Can Barça se celebró como un título: era el triunfo irrefutable de La Masia. El argentino ya había ganado el año anterior y el sentimiento general era que esta vez le tocaba a un español, a pesar de que Leo era todavía mejor de lo que había sido en 2009 (pese a su decepcionante Copa del Mundo).

El 10 de enero de 2011, en Zúrich, fue el propio Guardiola el designado para anunciar cuál de sus pupilos era el ganador: cuando leyó el nombre de Messi, ni el propio rosarino se lo podía creer. "No lo esperaba", reconoció tímidamente cuando subió a recibir el trofeo. La votación fue muy cerrada: si en 2009 había ganado con más del doble de los votos que el segundo, en esa ocasión el Diez cosechó el 22,65% de los sufragios, contra el 17,36% de Iniesta y el 16,48% de Xavi.

Probablemente, si sólo hubiera habido un español en la contienda, ese habría sido el ganador. Pero aquella Roja, justamente, tenía toda su razón de ser en lo colectivo. Y eso terminó pasando factura a Don Andrés.

Siempre ajeno a las polémicas y los rifirrafes, el manchego siguió hablando en el campo. Y su nivel se mantuvo por las nubes. Después de quedar cuarto en la votación para el Balón de Oro de la FIFA en 2011, Iniesta nuevamente se postuló seriamente al galardón en 2012 tras jugar una Eurocopa sensacional para que España retuviera el título conseguido cuatro años antes y se ratificara como la mejor selección del planeta luego del título en Sudáfrica.

Después del título en Polonia - Ucrania, la UEFA reconoció al español con el premio al Mejor Jugador de Europa por delante de Messi y Cristiano Ronaldo, lo que inmediatamente le colocó como favorito al mayor premio individual.

Sin embargo, para cuando llegó el momento de la gala en Zúrich, el 7 de enero de 2013, sus opciones reales tendían a cero, al igual que las de cualquiera que no se llamara Lionel Messi: el argentino había acabado el 2012 con la obscena cifra de 91 goles anotados, el récord absoluto para un futbolista en un mismo año calendario, y se haría acreedor del Balón de Oro por cuarto año conecutivo, con más del 40 por ciento de los votos totales.

Tras su partida hacia el Vissel Kobe en 2018, que dio inicio a la etapa descendente de su carrera, Iniesta salió del centro de la escena futbolística y cerró su etapa en la élite con un segundo lugar como su mejor colocación en la disputa por el Balón de Oro, además de un tercer puesto, dos cuartos y otras dos ocasiones en el Top 10.

Fue por esos tiempos, unos días después de que el manchego ganara la Copa del Rey 2017-18 -que sería su último título con el FC Barcelona-, cuando desde France Football decidieron hacer un desagravio y pedir disculpas públicamente por no haber otorgado nunca el Balón de Oro al centrocampista.

"Este es un acto de lealtad absolutamente asumido. Entre las grandes ausencias en el palmarés del Balón de Oro, la de él es dolorosa", escribió Pascal Ferré, director de la revista francesa, en el editorial de la edición del 24 de abril de 2018, que llevaba por título "Perdón, Andrés" y que definía al de Fuentealbilla como "el mejor facilitador de todos los tiempos".

Un pequeño premio para Don Andrés, un rey que tuvo todas las coronas, menos esa.

La falta de un Balón de Oro en el palmarés personal de Iniesta ha encendido pasiones en España durante toda la trayectoria del manchego. Por eso, en el anuncio de su retirada podía darse por descontado que llegaría la pregunta sobre el asunto. Y Don Andrés salió del paso con elegancia.

"Para mí, la foto de Messi, Xavi y mía en el podio es más que haberlo ganado yo mismo. Tres jugadores de la casa en el podio del Balón de Oro, ese es el premio de aquel día, no quién lo ganara", aseguró el ahora excentrocampista, en una respuesta llena de clase. La misma que tenía dentro del campo de juego.