Rubiales siempre ha negado cualquier mala conducta. Insistió en que Hermoso le había sonreído antes del beso y que su relación de larga data jugó un papel en la interacción.
"Cuando Jenni se acercó a mí, hizo una especie de gesto. Nos conocemos desde hace mucho tiempo. Obviamente, el beso fue porque nos convertimos en campeones," testificó durante el juicio por agresión sexual el martes.
"Había fallado un penalti y con toda la tensión durante el partido, le dije, 'olvídate del penalti, somos campeones y esto es gracias a ti. Sin ti, no lo habríamos logrado'. Y ella me abrazó muy, muy fuerte justo debajo de mis axilas y me levantó del suelo. Cuando volví a tocar el suelo, le dije, '... ¿puedo darte un beso?' y ella dijo, 'vale'."