Jugadores del Real Madrid, molestos por las burlas de la estrella del Barcelona, Lamine Yamal, mientras la animosidad se intensifica antes del enfrentamiento del Clásico por el título de La Liga

Yamal, con solo 17 años, no ha rehuido del protagonismo ni de participar en la guerra psicológica que a menudo rodea El Clásico. La primera chispa de esta creciente animosidad se remonta a las secuelas del triunfo del Barcelona sobre el Real Madrid en la Supercopa de España 2023. Ronald Araújo, uno de los líderes del Barça, proclamó con orgullo el comienzo de una "nueva era" para el club catalán, un comentario que no fue bien recibido en el vestuario del Real Madrid.

Aunque los Blaugrana celebraron esa victoria, la respuesta de Madrid llegó alta y clara en los meses siguientes. El equipo capitalino aseguró su 36º título de La Liga y consiguió la "Decimoquinta", su 15º trofeo de la Champions League, enviando un mensaje claro de que la supuesta nueva era del Barcelona fue efímera.

Según Marca,lo que avivó aún más la rivalidad fue la atrevida declaración de Yamal tras la victoria del Barcelona contra el Madrid en la final de la Copa del Rey. El joven extremo reveló una conversación que tuvo con su compañero Ronald Araújo antes del partido, diciendo: "Hablando con Ronald (Araújo) en el hotel, le dije que si nos marcan un gol, no importa. Si nos marcan dos goles, tampoco importa. Este año, simplemente no pueden vencernos."

Esta confianza, o arrogancia, dependiendo de la perspectiva, no fue tomada a la ligera por el equipo del Madrid. Varios jugadores, todavía dolidos por la derrota, estaban supuestamente sorprendidos por la seguridad de Yamal y su aparente falta de respeto.

El veterano del Barcelona Iñigo Martínez se unió con su propia puya después del partido, sugiriendo que "el fútbol fue el verdadero ganador" y que el Barça simplemente había demostrado ser el equipo superior. Sus palabras irritaron aún más a un equipo del Madrid que ya se sentía herido por la derrota y la creciente narrativa pública sobre su dominio en declive.

"Creo que hoy ganó el fútbol, y eso es lo importante. Por nuestra parte, teníamos que demostrar que éramos mejores, como hicimos," bromeó el defensor.

Después de una dura salida de la Champions League a manos del Inter de Milán, los jugadores del Barça parecen ansiosos por reafirmar su autoridad doméstica. Martínez, a pesar de la decepción en Europa, declaró audazmente: "La Liga es nuestra y el próximo partido será nuestro, no tengo duda de eso... vamos a por Madrid sin ningún problema," declaró el defensa central.

Tales proclamaciones solo han agudizado el enfoque en Valdebebas, donde los jugadores del Madrid han utilizado estas declaraciones como motivación. Viendo juntos el colapso de Barcelona en la semifinal de la Champions League, el equipo del Madrid supuestamente vio a un equipo que había sido agotado mental y físicamente. Su objetivo ahora es capitalizar esa vulnerabilidad cuando se enfrenten en Montjuïc.

Actualmente a cuatro puntos de Barcelona en la clasificación de la liga, el Real Madrid sabe que el partido del domingo podría volver a inclinar la carrera por el título a su favor. Una victoria reduciría la diferencia a solo un punto, aumentando la presión en lo que se perfila como uno de los finales de La Liga más emocionantes en años.