El joven de 19 años también recibió una oferta de contrato de Eintracht Frankfurt, pero decidió firmar por el Dortmund en su lugar. La decisión siguió a varias rondas de discusiones con Bellingham, en las que el CEO de Dortmund, Hans-Joachim Watzke, estuvo personalmente involucrado. En un intento final por convencer al inglés, Watzke voló a Birmingham con un gesto especial: una camiseta inédita de Dortmund con el nombre de Bellingham y su amado número 7 impreso en la espalda, junto con una carta personal dirigida a él del jefe del Dortmund, Kovac. Dortmund finalmente firmó a Bellingham de Sunderland por €33 millones (£27.8m/$38.6m), una tarifa de transferencia que lo convirtió en el segundo fichaje más caro del club alemán.