"Es uno de los mejores goleadores que el juego ha visto jamás", dijo el exdefensor del Liverpool Jamie Carragher en CBS Sports después de ver a Harry Kane anotar un doblete en la victoria 3-1 del Bayern Munich sobre el Chelsea en la Liga de Campeones. "Creo que es el mejor goleador que ha tenido Inglaterra. Lo ha hecho en la Premier League con un equipo que no está entre los mejores. Ahora se ha ido al extranjero con el Bayern Munich. Todos los ojos están puestos en él y hay una enorme presión.
"Piensas en los delanteros que Inglaterra ha tenido en el pasado y ha habido algunos grandes, pero él ha marcado más goles para Inglaterra que Alan Shearer. Si se hubiera quedado en la Premier League, también habría conseguido ese récord. Sus números están fuera de escala. Puede venir desde atrás, puede conseguir el balón y puede hacer que otros jueguen. Es el mejor delantero que Inglaterra ha tenido jamás."
Es imposible discutir con la evaluación de Carragher. Kane es, después de todo, el máximo goleador tanto de Inglaterra como del Tottenham, y un hombre que ha ganado un total de siete Botas de Oro en competiciones de la Premier League, Bundesliga, Copa del Mundo y Campeonato Europeo. Como si todo eso no fuera suficiente, también tiene una Bota de Oro Europea en su currículum.
La falta de trofeos de equipo era el único punto de crítica que les quedaba a los detractores de Kane, pero después de llevar al Bayern al éxito en la Bundesliga y la DFL-Supercopa este año, su grandeza ya no está en debate. Solo queda la pregunta de cuán alto se ubicará en el Salón de la Fama del fútbol cuando finalmente cuelgue las botas.
Ahora, circulan informes de que Kane apuntará a mejorar su legado regresando a Inglaterra el próximo verano y rompiendo el récord de goles en la Premier League de Shearer, necesitando solo 48 goles para alcanzar la marca mágica. Pero eso palidecería en comparación con lo que aún podría lograr en el Bayern. La inmortalidad futbolística está al alcance de Kane, y sería una locura que cambiara esa oportunidad por un regreso romántico a casa que, en última instancia, no promete más que mediocridad.





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