Salah y Mané se arrodillan ante Haller y Costa de Marfil, los nuevos reyes continentales: los ganadores y perdedores de la Copa de África 2024

"A veces hay partidos que son una pesadilla, en los que todo parece estar en tu contra. Un escenario catastrófico", reflexionó el entrenador de Costa de Marfil, Jean-Louis Gasset, luego de la terrible derrota por 4-0 ante Guinea Ecuatorial en la tercera jornada de la fase de grupos.

El torneo fue una gran oportunidad para el entrenador de 70 años. Anteriormente, sus etapas al frente de equipos como Montpellier, Burdeos y Saint-Étienne habían terminado sin trofeos, y, en el ocaso de su carrera, sorprendentemente se le concedió la oportunidad de liderar a una nación obsesionada con el fútbol, nada menos que en una Copa Africana de Naciones que disputaría como local.

Sin embargo, incluso con un público fervoroso apoyándolos, los jugadores de Gasset estuvieron muy lejos de su nivel desde el principio. Antes de esa humillación por 4-0, apenas lograron vencer a Guinea-Bisáu en su primer partido y fueron derrotados por Nigeria, lo que los dejó al borde de la eliminación y a la espera de una combinación de resultados en los otros grupos para saber si se clasificaría a octavos de final como uno de los mejores terceros.

Pero la Federación marfileña no tenía intención de aguardar por el desenlace: Gasset fue despedido de inmediato tras la caída contra Guinea Ecuatorial, lo cual resultó ser una decisión inspirada.

Con su poco inspirador líder fuera de la escena, los Elefantes protagonizaron una recuperación notable bajo la dirección interina de Emerse Faé. Después de colarse en la fase eliminatoria por la ventana, no muchos esperaban que superaran al campeón defensor Senegal en los octavos de final, pero una tanda de penaltis heroica les aseguró un lugar en los cuartos de final contra Mali.

Ese partido fue aún más dramático. Después de que Odilon Kossounou fuera expulsado en el último minuto del primer tiempo y de que el rival se pusiera en ventaja a sólo 19 minutos del final, parecía que el camino del anfitrión llegaba a su fin. Sin embargo -y no por última vez en el torneo- las tropas de Faé se negaron a aceptar su destino y Simon Adingra anotó en el último minuto para llevar el partido al tiempo extra.

Incluso con 10 hombres, los Elefantes resistieron y, después de aguantar ansiosamente en los últimos momentos del periodo adicional, un disparo de Seko Fofana desde fuera del área al 123' fue desviado por Oumar Diakité para asegurar el lugar de Costa de Marfil en las semifinales a solo 10 días de la partida de Gasset.

En esa semifinal, los locales se enfrentaron a la República Democrática del Congo. Fue un partido aburrido durante la primera hora, especialmente en comparación con las hazañas de Costa de Marfil en las dos rondas anteriores. Hacía falta un héroe para cambiar la situación Y, después de haber tenido un torneo sin mucho para destacar hasta el momento, quien dio el paso al frente fue Sebastien Haller.

Justo después de la hora de juego, el veterano Max Gradel se estiró para lanzar un centro desde la línea de fondo. No fue muy bueno: elevado y sin mucho sentido, se dirigió hacia lo que parecía ser un área inofensiva. Sin embargo, Haller tenía otras ideas. Al ver la trayectoria del balón, retrocedió rápidamente unos pasos y logró hacer contacto. Su volea hizo que la pelota viajara en una trayectoria bastante extraña, ya que rebotó contra el suelo antes de elevarse alto, demasiado alto para el portero rival, Lionel Mpasi, quien solo pudo ver cómo lentamente pasaba más allá de su mano extendida.

Después de asegurar el lugar de su equipo en la final, Haller volvió a brillar en la final y su gol en el Estadio Olímpico de Ebimpe fue igualmente espectacular: con el marcador empatado 1-1 a 10 minutos del final, Adingra irrumpió por la banda izquierda y envió un centro bajo y peligroso al poste delantero... Unos segundos después, la pelota estaba en el fondo de la red.

En tiempo real, era difícil ver cómo Haller lo había logrado, con el capitán de Nigeria, William Troost-Ekong, apareado a él como pegamento. Afortunadamente, la repetición proporcionó algo de claridad y se vio el instinto letal del goleador del Borussia Dortmund, quien apenas alcanzó a desviar el balón con la punta del pie para colocarla lejos del portero.

Fue un gol apropiadamente poco ortodoxo para un campeón poco ortodoxo. Y fue exactamente lo que Haller se merecía después de luchar contra un cáncer testicular en 2022.

Al reflexionar sobre el triunfo, y probablemente con el regreso estelar del delantero en mente, Faé dijo al final del partido: "Es más que un cuento de hadas. Me cuesta asimilarlo todo. Cuando pienso en todo por lo que hemos pasado, somos sobrevivientes milagrosos. Nunca nos rendimos y logramos recuperarnos de tantos golpes duros".

Si bien Nigeria estará satisfecha por haber mejorado significativamente su actuación luego de haber sido eliminada en los octavos de final en 2021, en su regreso a casa desde Costa de Marfil seguramente todos se habrán sentido bastante desanimados. A pesar de tomar la delantera en la final, las Súper Águilas estuvieron lejos de su mejor versión y el entrenador José Peseiro deberá reflexionar sobre cómo su equipo se volvió demasiado pasivo después de conseguir la temprana ventaja.

Existe un debate más amplio sobre si un técnico con enfoque defensivo como el portugués es la mejor opción para liderar al seleccionado a largo plazo. Ningún equipo africano posee tantas variantes en ofensiva como Nigeria -con nombres de la talla de Osimhen, Lookman, Chukwueze o Simon-, pero el equipo sólo anotó más de una vez en uno de sus siete partidos en el torneo.

Si bien eso sugiere que el equipo estaba retaceando algo en el ataque, se podría argumentar que cierta estructura y conservadurismo es exactamente lo que las Súper Águilas necesitan para tener éxito en los torneos. Independientemente de qué lado se posicione la federación en este argumento en particular, es difícil sacudirse la sensación de que la final representó una gran oportunidad perdida para este talentoso equipo de Nigeria.

Había razones para que Nigeria celebrara antes de caer en el último partido, al menos. El portero Stanley Nwabali brindó a los fanáticos mucha alegría con sus actuaciones seguras entre los palos, al realizar dos paradas de penalti en la victoria de las Súper Águilas en la semifinal contra Sudáfrica.

Sus actuaciones podrían valerle también una transferencia que cambie su vida. Nwabali actualmente juega en el equipo sudafricano Chippa United, que se encuentra en mitad de la tabla, pero su agente ha insinuado que hay interés por contar con sus servicios de parte de clubes de Arabia Saudita y Francia.

Troost-Ekong también salió del torneo en buena forma, tras ofrecer una serie de muy buenas actuaciones como capitán en ausencia de Ahmed Musa. Marcó el gol del triunfo en dos de los partidos y luego abrió el marcador en la final, por lo que no fue sorpresa verlo recibir el premio al Mejor Jugador de la competición por encima de estrellas más destacadas, como su compañero de equipo Victor Osimhen, quien nunca alcanzó su mejor forma.

Un vuelo frenético en un jet privado, pero cero salvadas; eso resume prácticamente la horrendo CAN de Onana. Después de esperar hasta el último momento para volar a Costa de Marfil, con el fin de minimizar los partidos que se perdería con el Manchester United, no participó en el partido inaugural de Camerún contra Guinea.

Después de enterarse de su exclusión, se informó que Onana reclamó al cuerpo técnico: "Entonces, ¿para qué vine aquí en un jet privado?". El incidente marcó el tono de un torneo lleno de problemas extradeportivos para el portero, que fue incluido en el once inicial del segundo partido de su equipo contra Senegal, pero tuvo una actuación muy pobre y no logró realizar ninguna parada en laderrota por 3-1.

Increíblemente, el número 1 del United luego fue relegado al banquillo para el decisivo partido de grupo de los Leones contra Gambia, en medio de versiones que indicaban que su disputa con el presidente de la federación, Samuel Eto'o, se estaba intensificando.

Camerún avanzó de ronda de manera dramática, pero Onana nuevamente quedó afuera del partido de octavos de final contra Nigeria y vio desde el banquillo la derrota 2-0 que dejó eliminado al equipo. Al final, aunque solo se perdió un partido con su club, es difícil no ver su decisión de revertir su retiro internacional como una colosal pérdida de tiempo. De hecho, a nadie extraña que el portero esté considerando poner fin a su carrera en Camerún nuevamente.

El ascenso de Mauritania a la relevancia del fútbol en la última década ha sido notable. En diciembre de 2012, solo Bután, San Marino y las Islas Turcas y Caicos estaban por debajo en el ranking de la FIFA. Poco más de 11 años después, la nación del desierto brindaba por su primera victoria en la Copa Africana de Naciones y por una progresión improbable a las etapas de eliminación directa.

En un torneo lleno de historias inspiradoras, Mauritania destacó entre el resto. Parecían derrotados después de dos partidos, habiendo sufrido caídas por un gol contra Burkina Faso y Angola. Obtener una victoria contra la gigante Argelia era su única esperanza y, de alguna manera, lo lograron, con un solitario gol de Mohamed Dellah Yaly que aseguró la victoria por 1-0.

Aunque los Leones de Chinguetti fueron eliminados en los octavos de final por Cabo Verde, su sorprendente progreso merece sólo elogios. Este éxito inesperado solo acelerará la revolución futbolística que está ocurriendo actualmente en Mauritania, con una mayor demanda por el deporte más popular del planeta que va de la mano con una inversión sostenida y muy necesaria en la infraestructura futbolística del país en los últimos años.

Campeón continental en 2019, Argelia terminó en el último lugar en su grupo por segunda vez consecutiva en la CAN. Su campaña comenzó una derrota 2-1 contra Angola tras iniciar arriba en el marcador y el equipo nunca se recuperó de esa remontada. Incluso, su único punto llegó con un gol en el último minuto para rascarle un empate a Burkina Faso en el partido previo a la humillante caída con Mauritania.
Su estrella, Riyad Mahrez, estuvo muy lejos de su mejor nivel durante todo el torneo e incluso fue relegado al banquillo en el último partido del grupo. El ex del Manchester City fue incluido en la segunda mitad, pero aportó demasiado poco y demasiado tarde. Una vez confirmada la eliminación, se desató el drama en el campamento argelino.

Sin sorpresa para nadie, el entrenador Djamel Belmadi renunció después de su eliminación... ¿o no lo hizo? Mientras algunos reportes afirmaban que el seleccionador anunció su partida al equipo después de la derrota contra Mauritania, Belmadi actualmente está buscando una compensación completa de su contrato por parte de la federación. Un final caótico para un torneo horrible.

Argelia no fue el único peso pesado del norte de África que decepcionó en Costa de Marfil. Marruecos, semifinalista de la Copa del Mundo en 2022, también quedó eliminado temprano, al caer con Sudáfrica en los octavos de final.

No había muchas señales de que el equipo africano mejor ubicado en el ranking FIFA no lograría avanzar contra los Bafana Bafana, tras avanzar sin problemas en la fase de grupos con siete puntos sobre nueve. Sin embargo, sin Hakim Ziyech ni Sofiane Boufal, los Leones del Atlas desperdiciaron una serie de brillantes oportunidades y regalaron una histórica victoria a Sudáfrica.

Todo podría haber sido muy diferente si Achraf Hakimi hubiera aprovechado una oportunidad de oro en el minuto 85. Después de que Mothobi Mvala tocara el balón con la mano en el área, la estrella del Paris Saint-Germain agarró el balón y lo colocó en el punto de penalti, solo para estrellar su disparo contra el poste.

Con Marruecos abajo 1-0 y luchando por preservar su estatus en la CAN, la estrella del Manchester United, Sofyan Amrabat, vio la tarjeta roja en tiempo de descuento antes de que Teboho Mokoena anotara un espectacular gol de tiro libre para darle brillo a la impresionante victoria de los Bafana Bafana. Hakimi seguramente habrá tenido su penal fallado persiguiéndolo en sus sueños durante el vuelo de regreso a Francia.

Cabo Verde no es ajeno al éxito sorprendente en la Copa Africana de Naciones, ya que llegaron a los cuartos de final en su primera participación, en Sudáfrica 2013. Y lograron repetir la hazaña en Costa de Marfil esta vez.

A pesar de contar con una población de poco más de medio millón de habitantes, la nación insular pasó por un grupo muy complicado que incluía a Ghana, Mozambique y Egipto sin perder ningún partido. Bebe, ex del Manchester United, se llevó los reflectores por sus excelentes actuaciones, pero como equipo, Cabo Verde estuvo extremadamente bien preparado y mereció completamente su dramática clasificación contra Mauritania en los octavos de final.

El partido de cuartos de final contra Sudáfrica resultaría ser un obstáculo insuperable, pero durante su paso por la competición Cabo Verde logró establecerse aún más como una verdadera potencia en el fútbol africano.

"¡Ooooohhh, así que eso es lo que está haciendo estos días!". Esa fue la reacción más habitual de los aficionados al fútbol africano al ver al ex entrenador del Chelsea y Portsmouth, Grant, merodeando por la línea de banda junto al banquillo Zambia el mes pasado

Podría haber sido una gran historia: un hombre con pasado en la Premier League convocado para un último trabajo antes de retirarse. Pero no fue así para Zambia. Un empate contra Tanzania, donde tuvieron un jugador expulsado, los dejó obligados a una victoria contra Marruecos en su último partido de grupo.

Y los Leones del Atlas fueron demasiado para el equipo de Grant. Un gol de Ziyech en la primera mitad eliminó a Zambia en la fase de grupos. Si Grant seguirá en el puesto para el próximo torneo dentro de dos años aún está por verse.

"El fútbol es cruel. El Dios del fútbol no estuvo con nosotros esta noche", reflexionó sombríamente Mané después de la sorprendente eliminación de Senegal en la Copa Africana de Naciones en octavos de final a manos de los anfitriones, Costa de Marfil.

Había sido una tarde bastante intensa para el delantero del Al-Nassr. Es cierto que asistió a Habib Diallo con un excelente centro para abrir el marcador, pero también debería haber sido expulsado por una entrada violenta a Franck Kessié antes del descanso. Además, desperdició una oportunidad de oro para sentenciar el partido a 15 minutos del final, al enviar un disparo desde dentro del área penal muy desviado, sin apenas presión. Costa de Marfil igualaría segundos después y terminaría eliminando a los Leones de la Teranga en los penaltis.

Había mucha presión sobre los campeones defensores, que después de impresionar en la fase de grupos se quedaron cortos en el momento crucial. Su estrella, Mané, tiene que cargar con una parte importante de la culpa, lo cual será especialmente doloroso para el exjugador del Liverpool. Ahora, con 31 años y jugando en la Liga PRO de Arabia Saudita, está claro que no le quedan demasiadas oportunidades para recuperar el trono continental.

Al menos Mané logró pasar mucho tiempo en el campo de juego. Sin embargo, su ex compañero en el Liverpool, Mo Salah, no tuvo tanta suerte. Después de anotar en el decepcionante empate de su equipo contra Mozambique en el estreno, en el segundo partido la estrella egipcia tuvo que abandonar el partido por lesión justo antes del medio tiempo contra Ghana.

Y no pasó mucho tiempo para que los peores temores de Jurgen Klopp, Egipto y Salah fueran confirmados, con pruebas iniciales que confirmaron una lesión en el tendón de la corva. El jugador optó por regresar a Inglaterra para recibir tratamiento, una decisión que no fue bien recibida por algunos de sus compatriotas. El ex delantero del Tottenham, Mido, respondió a un video de la recuperación de Salah en Melwood diciendo: "Oh, estos ejercicios son tan sucios y rígidos, es difícil hacerlos excepto en Liverpool".

Pero Klopp fue más solidario, insistiendo en que Salah estaba 100% comprometido con su país. "Egipto y Liverpool tienen el mismo interés, queremos que Mo Salah esté en forma lo antes posible. Si se queda en África y no pueden hacer el tratamiento adecuado, solo se retrasará todo, especialmente para Egipto si avanza en el torneo", dijo.

"Lo traemos aquí no porque queramos alejarlo de su selección, sino simplemente para ofrecer el mejor tratamiento médico. Todo está acordado. Si Salah está en forma y Egipto llega a la final él regresa, 100 por ciento. Siempre estuvo claro, Mo quiere eso y nosotros también".

Sin su talismán, Egipto tuvo una decepcionante CAN y quedó eliminado en los octavos de final en los penales contra la República Democrática del Congo. Su espera por el primer título continental desde 2010 continúa y Salah espera poder seguir siendo capaz de rendir al máximo nivel cuando llegue la edición de 2025.

La actuación de Ronwen Williams en la victoria de cuartos de final de Sudáfrica sobre Cabo Verde inspiró la frase del torneo, con su compañero de equipo Grant Kekana sugiriendo que el portero "debería ser nombrado ministro de Finanzas, ya que puede salvar la economía de Sudáfrica".

La broma de Kekana llegó después de que Williams se convirtiera en el primer portero en salvar cuatro penaltis en una tanda de la Copa África. También estuvo cerca de mantener su portería imbatida en la serie, ya que el penal de Bryan Teixeira solo evitó por poco su mano extendida.

Aunque no pudo repetir sus hazañas de salvar penales en las semifinales contra Nigeria, el destacado desempeño de Williams como portero jugó un papel vital en la sorprendente llegada de los Bafana Bafana entre los cuatro mejores. Fue apropiado que se llevara el Guante de Oro después de más salvadas de penales en el partido por el tercer lugar, donde Sudáfrica venció a la República Democrática del Congo para ganar la medalla de bronce.

La infame campaña de Ghana comenzó con un enfurecido fanático intentando golpear al entrenador Chris Hughton en el hotel del equipo después de una desastrosa caída ante Cabo Verde en el debut y, como era de esperar, terminó con el despido del seleccionador tras la salida en fase de grupos.

Las Estrellas Negras no llegaban bien al torneo continental y habían sido vapuleadas 4-0 por Estados Unidos e incluso perdido contra Comoras en los meses anteriores. Sin embargo, había esperanzas entre los fanáticos de que pudieran avanzar en el grupo. Pero cuando el jugador estrella Thomas Partey fue descartado, estas aspiraciones sufrieron un golpe significativo.

Incluso con Mohammed Kudus a su disposición, el equipo de Hughton empató sus otros dos partidos de grupo, lo que los condenó a su segunda eliminación consecutiva en la primera fase. El varapalo continental llegó poco más de un año después de la mala actuación de Ghana en el Mundial de Qatar 2022, por lo que hubo poca discrepancia cuando la federación anunció el despido de Hughton.

"Nuestras actuaciones no han sido buenas. Jugamos tres partidos, concedimos dos goles en cada uno y nos encontramos en una situación difícil. Mi evaluación de mis resultados es que no han sido lo suficientemente buenos", dijo el inglés justo antes de su salida.