Frenkie De Jong regresa en el Barcelona en un momento necesario luego de una misteriosa recuperación, con un contrato que preocupa y un interés que puede evitar varios conflictos

El 21 de abril en el Santiago Bernabéu, el Barcelona visitaba al Real Madrid, que buscaba acercarse un paso más al título de Liga. La victoria de los blancos con un agónico gol de Bellingham es una anécdota en lo que respecta a Frenkie De Jong, que en el minuto 51 del primer tiempo debió salir por un problema en el pie derecho.

"Las pruebas realizadas este lunes han confirmado que el jugador del primer equipo Frenkie De Jong sufre un esguince en el tobillo derecho. Es baja y su evolución marcará su disponibilidad', reportó el club al día siguiente. Una lesión que, sin compromiso ligamentario, no debía demandarle más de un mes. Pero no fue así.

El 10 de junio, 49 días más tarde de la lesión, la Selección de Países Bajos anunció que FDJ era baja para la Eurocopa pese a sus intentos por participar. La pretemporada con el Barça tampoco pudo realizarla con normalidad y recién después de ocho jornadas de LaLiga y una de la Liga de Campeones puede estar disponible.

Los problemas en el pie derecho no eran nuevos. Ya en septiembre, después de un partido contra el Celta, se informó que sufría una "sindesmosis tibioperonal distal" en su tobillo y por ese motivo permanecería dos meses en el dique seco.

A principios de marzo, después de recuperar su continuidad, volvió a padecer un esguince en el ligamento lateral interno, que lo dejó otros 35 días fuera. Y su último retorno se dio para afrontar la serie de Champions ante el PSG, previa a El Clásico ya mencionado.

El estado físico de De Jong fue uno de los primeros focos de conflicto entre el jugador y la Junta Directiva, quien al ver que la evolución de la lesión era demasiado lenta y no respondía favorablemente a las pruebas, comenzó a insistir con la necesidad de una pequeña cirugía que limpie la articulación y la refuerce.

La respuesta del mediocampista fue negativa y terminante. "No es garantía", le dijo a los médicos azulgranas. Eligió el camino más lento y vaya que fue lento. Cada vez que intentaba hacer ejercicios más intensos, el dolor regresaba.

El mercado de fichajes del 2019 fue el último en el cual el Barcelona pudo gastar fortunas. En aquel verano gastó 120 millones por Antoine Griezmann y unos meses antes había largado 86 millones por De Jong, que se incorporaría el 1° de julio, como una de las figuras para la renovación de la plantilla.

Pero su estancia como azulgrana coincidió con temporadas difíciles, más allá de los títulos en la Copa del Rey 2020/21 y LaLiga 2022/23. Con el límite salarial sobrepasado, que impedía inscribir a los nuevos fichajes, el Barça decidió reducir su plantilla y librarse de sus salarios más importantes. Entre ellos, el del neerlandés.

Pero De Jong no quería ser traspasado. Y se plantó, con el inesperado apoyo de Hansi Flick, que pidió retenerlo para que sea uno de sus estandartes. Entonces llegó la propuesta para extender el contrato y de esta manera adaptarse al Fair Play Financiero, ya que podría repartir el salario total del jugador en más temporadas. Pero FDJ ni siquiera respondió. Y si durante esta temporada no se resuelve el conflicto, el 1° de julio del 2025 ingresará en su último año, lo cual disminuirá drásticamente su valor de mercado, para evitar que fiche a coste cero en otro club a partir del 1° de enero de 2026.

El cabreo de De Jong con la Junta Directiva lleva tiempo, más de dos años para ser exactos, cuando fue la dirigencia la que hizo circular el contrato firmado para que la afición conozca un salario exorbitante, atacando así a la gestión de Bartomeu y, por elevación, al mediocentro.

Y todo se repitió en febrero del 2024, cuando se manifestaba que percibiría un total de 37 millones de euros durante la temporada actual, sin tener en cuenta que las cifras están sujetas al resarcimiento por el recorte realizado durante la época del COVID.

En los últimos informes, se conoció que su salario es muy inferior y que, en caso de cumplir con las variables por objetivos cumplidos, apenas superará los 20 millones de euros, lejos del mejor pago de la plantilla, Robert Lewandowski.

Cuando sucedió el reciente escándalo de las filtraciones, quien salió en su defensa fue Xavi Hernández, entrenador en ese momento, luego de una explosiva rueda de prensa del futbolista: "Cualquier jugador que está en el Barça siente injusticia porque se explican mentiras sobre él", además de sostener que "es un jugador importantísimo y capital para el equipo, que ojalá se quede muchos años en el Barça".

Y en cuanto a su lesión, recibió el respaldo de Ronald Koeman, seleccionador de Países Bajos, que criticó directamente a su exclub: “Frenkie de Jong tiene antecedentes con esta lesión así que tenemos que pensar en su salud. Su club de allí (el Barça) decidió correr riesgos y este es el precio que tenemos que pagar ahora por ello”, dijo antes de resignarse a no tenerlo en la Eurocopa.

Todo lo antes explicado podría tener a un exazulgrana con la solución en sus manos: Pep Guardiola tiene decidido reemplazar a Rodri en el próximo mercado y el mediocentro que desea para el Manchester City es Frenkie De Jong, según algunos reportes.

En caso de iniciarse la negociación, que ya habría tenido contactos entre el entrenador y Laporta, todas las partes podrían salir ganando. O casi todas, si nos olvidamos de Hansi Flick.

El último sábado, en su visita a Osasuna, el mediocampo del Barça tuvo a Pedri, Eric García y Pablo Torre. Y contra el Young Boys fue Marc Casadó quien regresó en lugar del defensa central adaptado como pivote. Con Marc Bernal, Gavi, Fermín López y hasta Christensen lesionados en la misma zona del campo, para Flick era fundamental ampliar su lista de opciones.

"Nos da mucha alegría y para Frenkie es muy positivo volver al equipo, compartir vestuario, volver al equipo. Estará ahí y si se da la oportunidad volverá a jugar, no puede 45 minutos pero 5 o 10 minutos va a ser muy beneficioso", detalló el alemán.

Finalmente fueron 15 minutos, ya que ingresó al 75 en lugar de Lamine Yamal, con el juego ya 4-0. En ese tiempo intervino en 22 ocasiones, dando 19 pases totales y 17 de ellos completos. Parece poco para un jugador de su valía, pero mucho si se tiene en cuenta todo lo que tuvo que pasar para poder volver a estar pleno.