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Lionel Messi, David Beckham, Don GarberGetty/GOAL

'Eso esperamos' - Lionel Messi prolonga su magia en la MLS y cumple el sueño del fútbol mundial

David Beckham insistió en que no sabía que esto sucedería. La extensión de Lionel Messi había sido rumorada durante semanas, meses, incluso años. Se informó, a veces incorrectamente, que el argentino tenía una opción de renovación por un año en su contrato. Pero en un programa previo al partido de la Liga de Campeones, a principios de septiembre, cuando se le preguntó sobre una posible extensión de Messi, tuvo tres palabras: 

"Esperamos que sí"

Y así quedó la narrativa. Nadie podía garantizar que Messi fuera a quedarse en la MLS. ¿Y cómo podrían hacerlo? Incluso si Messi da todas las señales correctas, la propiedad maneja la situación perfectamente y todo el dinero posible está disponible para él, Messi solo se responde a sí mismo. Tiene 38 años. Podría ganar más dinero en la Pro League saudita, o en Barcelona, o en cualquier otro club aleatorio con el que se le haya vinculado. 

En este punto, Messi lo está haciendo simplemente por amor al juego. Y esa infatuación, ahora se confirma, continuará. El acuerdo de tres años de Messi para quedarse en Miami, anunciado por el club el jueves, confirma lo que muchos sabían pero tal vez temían arruinar. Y no podría ser mejor para la MLS.

A pesar de todas las conversaciones sobre la mejora como liga, el desarrollo sostenible de jugadores, las ganancias obtenidas por la asistencia inteligente y el atractivo de una Copa del Mundo, este sigue siendo un entorno que prospera gracias al poder de las estrellas. Messi no necesita seguir jugando. Pero el fútbol en general no está del todo preparado para dejar ir a Messi, y él tiene un hogar cómodo en el sur de Florida. 

Todos deberían estar agradecidos de que esté extendiendo su estadía un poco más.

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  • Inter Miami CF v Seattle Sounders FCGetty Images Sport

    ¿Lo harán o no lo harán?

    En realidad, nunca debió haber existido tanta incertidumbre. Si lo piensas con calma, considerando todas las perspectivas y las circunstancias más probables, Messi solo tenía dos opciones reales: retirarse o continuar en Miami. Nada en su nivel de juego ni en su evidente pasión por el fútbol hacía pensar que la primera fuera una posibilidad real. Y jamás ha mostrado el menor indicio de descontento con su vida en South Beach.

    Aun así, Messi decidió mantener el misterio. Ha repetido en varias ocasiones que no sabe si llegará al próximo Mundial. Se habló mucho sobre supuestos “últimos partidos” con Argentina. Se nos dijo que no tenía claro su futuro. Todo eso, en realidad, fue un poco exagerado. Messi tenía demasiado en marcha como para pensar en el retiro.

    Miami lo adora. En la MLS, nadie ha cuestionado su compromiso, su liderazgo ni su valor comercial —a veces, incluso, lo han engrandecido en exceso—. La liga no ha dudado en convertirlo en su gran emblema. Y Messi es plenamente consciente del poder que ejerce aquí, de lo cómodo que está en este entorno. Fingir cierta incertidumbre sobre su futuro fue, quizá, un gesto un tanto coqueto, incluso un poco teatral.

    Pero claro, se trata de Messi. Y Messi, como siempre, puede permitirse ese tipo de licencias.

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  • Leagues Cup 2023 - Final: Inter Miami CF v Nashville SCGetty Images Sport

    Qué significa para la MLS

    El comisionado de la MLS, Don Garber, seguramente está descorchando una botella de champán en algún lugar. El gran beneficiado de esta historia —más incluso que el propio Inter Miami— es Major League Soccer. La liga lo necesitaba, lo quería, y lo retuvo. Basta mirar el panorama general para entenderlo: en cualquier rincón de América, e incluso más allá, se perciben destellos del rosa característico del club. En parques, calles y ciudades aparecen camisetas, carteles y anuncios que reflejan su impacto.

    Lo más probable es que conozcas a alguien que solo sabe qué es la MLS gracias a Messi.

    Su presencia mantiene viva la marca. Desde su creación, la MLS ha librado una batalla constante por la legitimidad. El resto del mundo la ha visto durante años como una liga menor, un experimento exótico en un país donde dominan el béisbol, el fútbol americano, el baloncesto y el hockey.

    Pero Messi cambia esa percepción. Su permanencia mantiene al fútbol en el centro de la conversación en Estados Unidos. Su compromiso representa una validación, una señal de que esta liga importa. Messi no necesita los cheques ni la exposición; está aquí porque, al menos en parte, cree que la MLS es lo suficientemente buena para tenerlo. Y esa es, sin duda, la mejor recomendación que la liga podría recibir.

  • Lionel Messi Inter Miami 2025Getty

    Qué significa para Inter Miami

    Desde la perspectiva de Miami, esto puede verse de dos maneras. La primera es Inter Miami como marca. La ecuación es sencilla: Messi vende. Vende camisetas, vende entradas y genera interés. Los Herons cuentan con buenos futbolistas —los fanáticos de Yannick Bright lo saben bien—, pero Messi es el gran imán. Incluso quienes saben poco o nada de fútbol asisten solo para verlo jugar.

    Por eso, los partidos de Messi a veces se sienten más como eventos de celebridades que como encuentros de liga. Hay un aire de espectáculo, casi como estar en primera fila en un juego de la NBA. Es una vibra peculiar, pero Miami no tiene nada de qué quejarse.

    Luego está el aspecto deportivo. Inter Miami es un equipo difícil de evaluar. Su rendimiento a lo largo de la temporada ha sido aceptable, aunque con fallas evidentes, sobre todo en defensa. No son los grandes favoritos para la MLS Cup, pero estarán en la pelea. Y lo cierto es que Messi eleva por completo el nivel del equipo.

    Sí, hay deficiencias físicas propias de sus 38 años, pero también promedia un gol por partido y es el principal candidato a ganar el premio al Jugador Más Valioso por segundo año consecutivo, algo inédito en la MLS.

    En ocasiones, las superestrellas veteranas terminan siendo un lastre por su falta de energía. Este no es uno de esos casos. Puede que llegue el día en que Messi esté más fatigado o su impacto disminuya, y entonces su continuidad se debata. Tal vez ocurra hacia el final de su nuevo contrato, si realmente juega tres temporadas más.

    Por ahora, sin embargo, Messi sigue siendo fundamental para Miami y, sin duda, el mejor jugador de la liga.

    “Disfrutarlo, verlo disfrutar lo que hace… es muy competitivo y busca contagiar eso al equipo”, dijo el jueves el entrenador del Inter Miami, Javier Mascherano. “La mejor forma de ayudarlo es hacer las cosas bien. Él se siente cómodo cuando el equipo funciona, y cuando eso pasa, tenemos muchas posibilidades de tener éxito.”

  • Inter Miami CF v Seattle Sounders FCGetty Images Sport

    Lo que significa para Messi

    Desde la perspectiva de Messi, todo esto refleja la historia de un futbolista que sigue desafiando al tiempo como pocos en la era moderna. Los últimos años, en particular, han aclarado el eterno debate Messi vs. Ronaldo que ha dominado la conversación futbolística durante casi dos décadas.

    Messi conquistó un Mundial a los 35 años, en una etapa en la que ya no estaba en su punto máximo físico, guiando a Argentina hasta un merecido tercer título. Ronaldo, en ese mismo torneo, perdió la titularidad y vio desde el banquillo cómo un compañero 15 años menor tomaba su lugar.

    Desde entonces, la brecha entre ambos solo se ha ensanchado. Ronaldo ha seguido acumulando goles en la liga saudí, encaminado a superar la marca de los mil tantos, pero sin exigirse al máximo. Sus últimos años parecen más cómodos, casi demasiado fáciles, impulsados por contratos lucrativos y metas personales.

    Messi, en cambio, sigue poniéndose a prueba en la MLS. Aunque sus cifras impresionan, sería un error pensar que le resulta sencilla. Es una liga física, intensa, que no le ha dado ningún trato preferencial. Los rivales no se achican ante él; lo marcan fuerte, lo golpean, lo exigen. Ha sufrido lesiones, viajes interminables, canchas irregulares y un calendario apretado: condiciones que harían dudar a cualquier veterano.

    Y, sin embargo, Messi persiste. En lugar de tomarse sus últimos años como un paseo, el argentino ha elegido el desafío. La MLS no es su retiro: es su nueva prueba.

  • Lamine Yamal Spaingetty

    Qué significa para el fútbol

    La cultura futbolística tiene una tendencia casi inevitable a apropiarse de las figuras que la marcan. Ya no vemos a los futbolistas solo como atletas, sino como íconos, marcas, símbolos que los aficionados pueden admirar —o incluso adorar—. Messi ha sido, durante años, una presencia constante en la conciencia colectiva del deporte. Y el fútbol, sencillamente, no está preparado para dejarlo ir. El día en que decida retirarse será, sin duda, un día profundamente triste.

    Y es normal que lo sea. Porque, de alguna manera, el fútbol aún no está listo para llenar el vacío que dejará. ¿Dónde está el próximo héroe universal del juego? ¿Quién puede tomar su lugar? Aficionados, clubes y medios llevan años buscando “al nuevo Messi”. Pero ese sucesor no llegará como futbolista —eso es imposible—.

    ¿Podría llegar, entonces, como una figura casi mesiánica? Neymar parecía destinado a serlo, pero su carrera se diluyó entre lesiones y distracciones fuera del campo. Kylian Mbappé, señalado como heredero natural, no posee la misma conexión emocional: es demasiado distante, demasiado individualista. Tal vez Lamine Yamal sea el indicado. Pero, hoy por hoy, sigue siendo demasiado joven para cargar con ese peso.

    Sí, las camisetas de Yamal se venden por millones. Sí, lideró a España a la gloria en la Euro 2024 y fue clave en el título del Barcelona. Su inclusión en la conversación por el Balón de Oro a los 18 años demuestra su excepcional calidad. Es, sin duda, un talento transformador. Pero aún está en fase de crecimiento, con menos de dos años en la élite absoluta. Todo apunta a que seguirá ahí por mucho tiempo. Aun así, todavía tiene mucho que demostrar.

  • FBL-MSL-MIAMI-GALAXYAFP

    El fútbol se mantiene feliz

    Y así volvemos a las palabras de Beckham. Con el tiempo, cobran mucho más sentido. Sí, fue diplomático, quizás un poco evasivo. Pero probablemente ya sabía lo esencial: que Messi renovaría, que el Inter Miami seguiría creciendo, que la MLS continuaría ganando relevancia en el panorama mundial, y que el astro argentino estaría allí para la inauguración del nuevo estadio del club en 2026.

    Lo mismo podía intuirse en el resto del mundo del fútbol. Todos sabíamos que no había otro destino lógico para Messi. La situación actual es ideal, y él ha sabido aprovecharla al máximo.

    Sin embargo, lo verdaderamente importante en aquella frase de Beckham —“eso esperamos”— no era solo el deseo del Inter Miami, la necesidad de la MLS o el gusto personal de su copropietario por tenerlo cerca. Beckham, consciente o no, expresó algo más profundo: el deseo colectivo del fútbol.

    El fútbol, en su conjunto, quería que Messi siguiera en Miami.

    Y, por ahora, el fútbol puede respirar tranquilo.