El golpazo de la Selección España femenina en París 2024: razones para un batacazo indeseado en los Juegos Olímpicos

España llegó a los Juegos Olímpicos como la gran favorita para el oro, lo que no significa que La Roja sea un equipo perfecto. Es un equipo notable, por supuesto, que ganó la Copa del Mundo hace menos de 12 meses, pero también había señales de que era un equipo vencible.

Defensivamente, La Roja ha sido frágil con Montse Tomé, la ex asistente de Jorge Vilda que asumió como entrenadora principal en septiembre. Aunque solo perdió dos y ganó los otros 12 de los 14 partidos al mando antes de los Juegos Olímpicos, tres de esas victorias requirieron remontadas dramáticas después de que un trabajo defensivo deficiente dejara a España en una posición complicada.

Ciertamente hay zonas de debilidad que los rivales podrían aprovechar para vencer al campeón del mundo: Italia lo demostró en diciembre y la República Checa, el mes pasado.

Claramente, tanto Colombia como Brasil se dieron cuenta de esas debilidades porque ambos las expusieron la semana pasada: las cafeteras, para poner a España al borde de la eliminación en cuartos de final. La Canarinha, para vencerla en semifinales.

Así como la estrella de Colombia Mayra Ramírez lo comprobó el sábado, esta defensa de España comete errores, lo que llevó a que Brasil también tuviera oportunidades regaladas, con un marcador final de 4-2. De hecho, la Seleção podría haber anotado cinco o seis goles con las oportunidades que tuvo, tal vez incluso más.

Estas oportunidades no fueron todas regaladas al equipo sudamericano. España ha sido particularmente vulnerable en defensa por los costados durante la gestión de Tomé y es algo que la entrenadora no ha logrado corregir. Ahí es donde Brasil realmente atacó al campeón del mundo en la gran victoria del martes, como lo demuestran especialmente el segundo y tercer gol.

Si un equipo tiene extremos buenos que están dispuestos a avanzar y hacer carreras en espacios libres, entonces España tiene un problema. Tanto Colombia como Brasil lo hicieron.

Pero este es el campeón del mundo, ¿verdad? Si concede un gol o dos, seguramente todavía tiene el talento para reaccionar y ganar. Bonmati y Putellas están entre las ocho jugadoras de esta selección de España que acaban de ganar cuatro títulos con el Barcelona, mientras que estrellas que representan clubes enormes como Arsenal, Real Madrid y Manchester City también forman parte del equipo.

Sin embargo, en este torneo, España ha tenido dificultades para desarmar a los equipos que se ponen a defender. Contra Colombia lo logró muy tarde, con las sudamericanas sucumbiendo a la presión en los minutos 79 y 96 de partido. Pero las cosas fueron diferentes contra Brasil porque, a diferencia de Colombia, mantuvo a jugadoras en el campo que permitieron salidas rápidas en el contragolpe y dieron un respiro a la defensa.

Es en estas situaciones cuando uno debe cuestionar cuál es el plan de respaldo de España. A diferencia del Barça, tanto masculino como femenino, no siempre tiene esos extremos que rompen esquemas, como una Caroline Graham Hansen o un Lamine Yamal. España no busca un pase más directo para cambiar las cosas, porque esa opción rara vez está presente.

La Roja se basa en la paciencia y la posesión, esperando que se abra un espacio que rara vez aparece. Por eso, durante mucho tiempo, el único peligro real que España pudo causarle a Brasil el martes por la noche vino de remates de larga distancia, tres de los cuales fueron bien salvados por una excelente Lorena en la portería contraria.

Dicho esto, España tiene más opciones directas en estos roles amplios que pueden ofrecer una dimensión diferente si el plan de juego lo permite, ya sea Lucía García, Athenea del Castillo o Salma Paralluelo, quien pasó la mayor parte de su torneo jugando como centrodelantera. Lamentablemente, a pesar de llegar a los Juegos Olímpicos después de una temporada de 34 goles en el Barça, tuvo dificultades para destacar allí.

Sin embargo, esto no fue una sorpresa. En los partidos importantes, en los que los rivales intentan marcarla, la joven de 20 años no ha logrado brillar realmente al comenzar como centrodelantera. Fue el caso en varios partidos de la fase de grupos y anteriormente en la final de la Liga de Campeones del Barcelona hace solo un par de meses. Lo sorprendente fue más que Tomé insistió en darle ese papel.

En la Copa del Mundo del año pasado, Paralluelo se destacó por la amenaza que ofrecía con su velocidad y verticalidad en los costados, a veces como titular pero principalmente como suplente revulsiva. Eso no quiere decir que deba ser suplente. No ha marcado 34 goles para el Barça este último año por casualidad, pero Tomé pudo haber hecho algo más con la talentosa delantera en Francia, especialmente para ayudar a ofrecer al equipo algo diferente.

Esa no es la única pregunta que hacer a la entrenadora después de la derrota de Brasil. Está la falta de mejora defensiva, que definitivamente no fue ayudada por la decisión de desplegar una tercera pareja de centrales diferente del torneo el martes. Que la defensa a los 52 minutos fuera diferente en tres de las cuatro posiciones a la que comenzó el partido lo dice todo.

Tampoco se entiende cómo usó a Putellas, ganadora de dos Balones de Oro, en las fases eliminatorias. Cuando Colombia iba 2-0 arriba en el cuarto de final del sábado, Tomé decidió sacar a la estrella del Barcelona, una de las mejores jugadoras de España en este torneo. Dado que el equipo necesitaba dos goles, ciertamente esa decisión sorprendió. Sin embargo, La Roja encontró la manera de avanzar y de repente se acercó a la semifinal con Putellas descansada, habiendo evitado la fatiga del tiempo extra en ese partido.

Sin embargo, estuvo en el banquillo ante Brasil. Esa sorpresa se convirtió en shock cuando no fue hasta el minuto 77, cuando España ya perdía 3-0, que Alexia entró al campo. En su corto tiempo en el campo, fue la mejor jugadora de su equipo con bastante diferencia, estrellando el balón en el larguero, obligando a una excelente parada de Lorena momentos después, y proporcionando los dos centros de esquina en los goles de España.

"Creo que, por dentro, estuvimos bien", dijo Tomé a los periodistas al ser preguntada para explicar una decisión que fue descrita como "inexplicable" en la prensa española. "Alexia, por supuesto, aporta y ha aportado al equipo. Otros días le toca a otras jugadoras. No pueden jugar todas".

Y mientras seguramente se harán preguntas sobre el futuro de Tomé, los efectos persistentes de los problemas que afectaron a España antes de la Copa del Mundo del año pasado también siguen presentes. Menos de 12 meses antes de ese torneo, 15 jugadores se declararon renunciaron a la selección, queriendo que se hicieran mejoras dentro de la Federación. Antes de la Copa del Mundo, varias de esas jugadores estrella regresaron, aunque muchos nombres de alto perfil, incluidas Patri Guijarro, Mapi León y Claudia Pina, se mantuvieron alejadas.

Guijarro regresó al equipo justo antes de los Juegos Olímpicos, provocando júbilo entre los aficionados de La Roja ya que permitiría a Tomé usar el centro del campo que ayudó al Barça a convertirse en el mejor de Europa. Sin embargo, su reintegración al equipo fue a última hora y, dadas las diferencias en los estilos de juego del club y de la selección, no pudo ser tan impactante como se podría esperar.

En la misma línea, ha sido difícil no ver a España en estas últimas dos semanas y pensar en cuánto se beneficiaría con la presencia de Mapi León, la mejor defensa central del planeta. Sin embargo, ella aún no se ha declarado disponible para la selección.

Esta derrota en semifinales no significa que España sea de repente un mal equipo. Es la campeona del mundo, impresionó al ganar la Liga de Naciones y aún podría subir al podio olímpico esta semana, ya que se enfrentará a Alemania en el partido por la medalla de bronce el viernes. También vale la pena señalar que ningún equipo ha logrado la doble corona de la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos, ganándolos consecutivamente, y la derrota en semifinales de La Roja solo continúa esa tendencia.

Sin embargo, esto debería ser un llamado de atención para España, para Tomé y para la Federación. Los últimos 12 meses han sido increíbles para este equipo, y sin embargo tiene problemas que debe abordar a pesar de haber ganado tanto. Si quiere ganar el Campeonato de Europa el próximo verano, esos problemas deben ser analizados.

También es imposible no sentir que esta es una oportunidad perdida. España llegó a los Juegos Olímpicos como el equipo más fuerte, con un equipo súper talentoso con Bonmati en la cima de sus habilidades y jugadoras como Jenni Hermoso, Irene Paredes y Putellas que, todas mayores de 30 años, es poco probable que estén en mejores momentos cuando lleguen los próximos Juegos dentro de cuatro años.

Dadas sus increíbles selecciones juveniles, pocos apostarían en contra de La Roja ganando el oro olímpico en el futuro, pero, considerando todo, debería estar amargamente decepcionada de que no tendrá la oportunidad de hacerlo exactamente aquí y ahora, en el presente.