Camavinga está quizás experimentando su temporada más desafiante en el Real Madrid hasta ahora. Con Toni Kroos fuera, Aurelien Tchouameni alternando entre la defensa y el centro del campo, y la lesión de Dani Ceballos el mes pasado, se esperaba que el jugador de 22 años se convirtiera en una pieza crucial en el mediocampo de Ancelotti. Sin embargo, implacables problemas con la condición física (ha perdido 18 partidos esta temporada) y una incapacidad para producir actuaciones convincentes le han dado a Ancelotti un buen dolor de cabeza.
Aunque los altos mandos en Madrid no dudan del potencial de Camavinga, están preocupados por su falta de desarrollo, dado que no ha dado un gran salto durante su tiempo en el Santiago Bernabéu.