Alejandro Garnacho es una figura juvenil que no ha pasado desapercibido desde su debut en la máxima categoría del fútbol profesional.
Comenzó con destellos de élite y progresivamente se transformó en un futbolista consolidado que empuja a un pobre Manchester United hacia adelante.
El extremo está en el medio de los apellidos que han dominado las últimas décadas del deporte: fanático de Cristiano Ronaldo y compañero de Messi en Argentina. Lo curioso es su celebración en homenaje al luso y la intriga sobre si la repetirá en el conjunto albiceleste.
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