El tiempo se estaba agotando para los Blues cuando el balón salió del campo en el minuto 79, y el superestrella Eden Hazard, en ese momento uno de los mejores jugadores del mundo, corrió tras el balón para intentar mantener el juego en movimiento.
Poco después, las imágenes de televisión mostraron a un recogepelotas retorciéndose de dolor en el suelo mientras al delantero belga le mostraban una tarjeta roja. Rápidamente se hizo evidente que Hazard había pateado al joven de 17 años en el estómago mientras este se echaba sobre el balón para perder tiempo, y la expulsión fue justificada por conducta violenta.





