El utrerano, que se formó en la cantera verdiblanca, debutó en el primer equipo en 2014 y jugó durante tres temporadas hasta que el Real Madrid le fichó en el verano de 2017, había sido relacionado con un regreso a la disciplina bética desde hace algún tiempo: en el verano, el club de Heliópolis intentó su fichaje, pero las pretensiones económicas del equipo blanco hicieron imposible la operación. Ahora, sin embargo, en panorama parece diferente.