Luis Rubiales dimitió. El comportamiento que mostró durante la victoria de la Selección España sobre Inglaterra en la final del Mundial femenino había puesto en jaque al todavía presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Y fue jaque mate pocas semanas después. El beso en la boca que dio a Jenni Hermoso sin el consentimiento de ella se unió a la lista de escándalos protagonizados por el exfutbolista de 46 años.
Es cierto que, desde que asumió como presidente de la RFEF en mayo de 2018, Rubiales ha logrado chapotear una enorme cantidad de tormentas, una más fuerte que otra. Sin embargo, esta vez fue diferente y el agua le llegó al cuello. Aunque haya dicho que no dimitiría el pasado 25 de agosto, terminó haciéndolo este domingo, 10 de septiembre.
En los cinco años que llevaba Rubiales al frente de la Federación, no fueron pocos los medios de comunicación que sacaron a la luz innumerables episodios que hicieron tambalear en su cargo al nacido en Las Palmas en 1977. Corrupción, espionaje, orgías... Pero ninguno lo había puesto tan entre las cuerdas como el del beso robado a una futbolista de la Selección.
Como nunca antes, Rubiales estuvo en el centro de la polémica y los pedidos de dimisión no cesaron. El repudio llegó de distintos sectores: desde gran parte de la opinión pública hasta la Liga F, pasando por miembros del Gobierno, con Pedro Sánchez considerando insuficientes las disculpas del ex máximo directivo de la Asociación de Futbolistas Españoles, por ejemplo.
A continuación, un repaso a los 'incendios' de los que había logrado salir -relativamente- ileso.
