En el mundo del fútbol hay un antes y un después de Diego Armando Maradona. Para muchos, el ícono envuelto en escándalos cuyo trágico y prematuro fallecimiento en 2020 aún resuena en los tribunales, sigue siendo el mejor futbolista de la historia.
Su legado ha sido inmortalizado en libros, canciones y películas. Fue una figura única, un mito viviente, un rostro y un nombre reconocible en cada rincón del planeta. Para millones, fue sinónimo de rebeldía, identidad y liberación. Sus jugadas legendarias y goles inolvidables viven en la memoria colectiva del fútbol mundial.
Maradona ganó títulos, aunque no tantos como otros grandes. No porque le faltara talento, sino porque siempre eligió estar del lado de los desfavorecidos y desafiar al poder establecido. Aun así, triunfó, tanto con sus clubes como con la selección argentina, incluso rodeado de compañeros de nivel modesto —al menos dentro del campo. Fuera de él, la lucha fue más compleja. Pero su lugar en el Salón de la Fama de GOAL es tan evidente como merecido.
