Un único momento destacado dentro de noventa minutos monótonos: el AC Milan gana 1-0 contra el Hellas Verona y se encamina de nuevo después de la derrota con el Feyenoord, aunque sin brillar. A firmar la victoria está Santiago Giménez, quien, como contra el Empoli, demuestra poder ser el goleador que tanto le ha faltado al Rossonero en estos meses.
Leao y Pulisic en el banquillo, una oportunidad para Sottil pero también la primera como titular de Giménez en San Siro, en pareja con Joao Félix, y el enésimo turno extraordinario para Reijnders y Fofana: dentro de tres días el Milan se juega la Champions, pero Conceiçao no puede y no quiere excederse en la rotación. Sin embargo, el resultado fue un primer tiempo apagado, plano, con pocos destellos: entre todos ellos, el tiro-cruce de Joao Félix despejado por Montipò y el gol anulado por fuera de juego de Giménez. Al final, la primera y verdadera gran oportunidad: el 'Bebote' trabajó muy bien un balón en el área de penalti encontrando a un Musah completamente libre, que desde la altura del punto de penalti disparó al arco rival.
Se necesitaba una sacudida, Conceiçao al volver del vestuario jugó inmediatamente la carta de Leao pero el Hellas continuó cerrando las líneas y defendiéndose con orden, sin correr grandes riesgos. También entra Pulisic, pero quien encuentra la llave para abrir la defensa veronesa es Alex Jiménez, que al 75' con un pase elevado pone a Leao en condiciones de servir un balón a Giménez que solo debió empujar al arco. Es el gol que decidió el encuentro y permite a los Rossoneri mantenerse en la misma posición que el Bologna en el séptimo lugar.




