El 2025 será un año crucial para la Selección mexicana, que se prepara para ser protagonista en el Mundial de 2026, donde jugará como anfitrión junto a Estados Unidos y Canadá. Con la clasificación asegurada, el principal objetivo del cuerpo técnico encabezado por Javier Aguirre será formar un equipo competitivo y con identidad definida. Los torneos internacionales como la Copa Oro y el Final Four de la Concacaf Nations League serán las principales pruebas para medir el nivel del Tri y ajustar los últimos detalles antes de la máxima justa mundialista.
La ausencia de eliminatorias mundialistas presenta un desafío diferente, pero también una oportunidad para trabajar sin las presiones habituales. Sin un boleto en juego, el Tri deberá encontrar maneras de mantener el nivel competitivo enfrentando a rivales de jerarquía en Fechas FIFA. Cada partido será clave para consolidar un plantel balanceado, integrar a jóvenes talentos con experiencia internacional y fortalecer aspectos tácticos que permitan al equipo destacar en casa.
El Mundial 2026 representa mucho más que una competencia para México: es la oportunidad de revitalizar su fútbol tras años de crisis estructural y críticas. Con una afición exigente, el equipo buscará demostrar que ha aprendido de sus errores recientes y está listo para trascender en el escenario global. El Estadio Azteca, símbolo de grandes glorias, será el marco perfecto para soñar con la consolidación de un proyecto histórico. En GOAL repasamos lo que podemos esperar del Tri rumbo a la Copa del Mundo de Norteamérica 2026.