¿Adiós a su joya? Manchester United se la juega por Ruben Amorim y compromete el futuro de Alejandro Garnacho

Amorim tiene sus motivos para dejar de lado a Garnacho, siendo el comentario arrogante del jugador tras no comenzar en la final de la Europa League el error más grave dentro de una serie de desaciertos.

El entrenador no aprobó la actitud de Garnacho hacia los entrenamientos menos de un mes después de asumir el cargo en el United, y lo dejó fuera del derbi contra el Manchester City en diciembre, junto a Marcus Rashford. Sin embargo, Amorim pronto reincorporó a Garnacho —a diferencia de Rashford— y lo elogió por mostrar una actitud mejorada y adaptarse a su estilo de juego, solo para que el portugués se sintiera avergonzado cuando Garnacho abandonó el túnel tras ser sustituido contra el Ipswich Town. Este gesto tuvo consecuencias económicas, ya que Garnacho invitó al equipo a cenar como forma de disculpa.

Pero ahora no hay marcha atrás: Amorim le informó a Garnacho delante de sus compañeros durante el entrenamiento del pasado sábado que deberá dejar el club este verano. El jugador no puede quejarse mucho. En la ya célebre entrevista con medios españoles en la zona mixta de San Mamés —donde protestó por no ser titular en la final y criticó a su equipo por “no vencer a nadie en la liga”— dejó entrever que ya estaba pensando en su futuro. “Voy a disfrutar del verano y ver qué pasa después”, declaró.

Aunque ni los representantes de Garnacho ni el United han comentado sobre este supuesto ultimátum de Amorim, la novia del extremo intentó tomar el control de la narrativa al anunciar en Instagram que el partido final de la temporada contra el Aston Villa —donde Garnacho no fue convocado— sería el último para ella. Además, el lenguaje corporal del jugador durante la gira postemporada por Asia también ha dejado claro que su futuro en el United está en duda.

Amorim supuestamente le dijo a Garnacho: “mejor reza para que algún club quiera ficharte”, pero la realidad es que el jugador no debería tener problemas para encontrar pretendientes. En enero, el Napoli mostró interés en él, aunque su oferta de 40 millones de libras (53 millones de dólares) fue rechazada por el United. También el Chelsea estuvo interesado, y tras las conversaciones del sábado con Amorim, se informó que el Napoli ha renovado su interés en Garnacho, mientras que el AC Milan también se ha sumado a la carrera por el jugador.

Los números de Garnacho en un equipo del United que está rindiendo por debajo de lo esperado juegan a su favor. Ha contribuido con 48 goles en 144 apariciones, muchas de ellas desde el banquillo. Además, es un creador de oportunidades prolífico en un equipo que carece gravemente de presencia ofensiva dentro del área. Los datos muestran que Garnacho ofrece el tercer mayor número de centros al área entre jugadores menores de 21 años en las cinco principales ligas europeas, solo por detrás de Lamine Yamal y Desire Doue.

Garnacho también destaca por su excelente estado físico. Su única ausencia significativa en tres años con el primer equipo fue tras sufrir una desafortunada lesión de tobillo contra el Southampton en marzo de 2023, que lo dejó fuera de acción por casi dos meses. Fuera de eso, ha demostrado ser capaz de jugar dos veces por semana y rendir al máximo en cada partido.

Descrito como “un showman” por Nick Cox, jefe de la academia del United y responsable de su fichaje procedente del Atlético de Madrid en 2020, Garnacho tiene un talento especial para generar emoción cada vez que toca el balón. Y no olvidemos que aún no cumple 21 años —lo hará en julio—, por lo que es casi seguro que llegarán ofertas cuando se abra el mercado de fichajes. Todo lo que ha hecho Amorim es bajar el precio, ya que los clubes interesados saben que el entrenador ha apostado su reputación a deshacerse de uno de sus atacantes más decisivos.

En los últimos años, el Manchester United se ha deshecho de numerosos jugadores a quienes consideraba que no rendían lo suficiente, solo para verlos brillar en otros equipos. Varias carreras que parecían estancadas se han revitalizado por completo tras su salida de Old Trafford.

Marcus Rashford recuperó su lugar en la selección inglesa gracias a sus actuaciones en préstamo con el Aston Villa, mientras que el delantero Antony se ha convertido en un ícono del Real Betis y ha vuelto a ser convocado para la selección brasileña.

Scott McTominay alcanzó estatus de leyenda en Nápoles; David de Gea redescubrió su amor por el fútbol tras una amarga salida que casi lo llevó al retiro; Aaron Wan-Bissaka, antes reconocido solo por su defensa uno a uno, se ha transformado en uno de los mejores atacantes del West Ham; y Anthony Elanga ayudó a impulsar al Nottingham Forest de regreso a competiciones europeas.

Estos jugadores, que en su momento fueron considerados desde decepciones hasta fracasos, han comprobado que la vida fuera del United puede ser mucho más gratificante que quedarse encerrados en los muros de Old Trafford y Carrington. Por eso, como una de las mayores promesas que ha tenido el club en los últimos años, Garnacho no debería temer darle un giro a su carrera.

Pero, al mismo tiempo, el United tiene mucho que perder.

Garnacho a menudo ha recordado a un joven Cristiano Ronaldo en sus primeros años en el Manchester United. Al igual que Garnacho, Ronaldo llegó al primer equipo con 18 años y causó gran expectativa desde su debut contra el Bolton Wanderers. Sin embargo, esos primeros años también estuvieron marcados por la frustración y la falta de efectividad. El cinco veces ganador del Balón de Oro anotó solo 18 goles en sus primeras tres temporadas en la Premier League, jugando para un United que luchaba por el título. En un equipo que terminó octavo la temporada pasada y 15º en la actual, Garnacho acumula 16 goles en liga.

Se convirtió en el primer adolescente en marcar en una final de la FA Cup en 20 años. ¿El último en lograrlo? Ronaldo. La chilena de Garnacho contra el Everton también despertó comparaciones con el gol de Ronaldo para el Real Madrid contra la Juventus en 2018, además del famoso gol de Wayne Rooney contra el Manchester City en 2011. Mientras que ambos goles fueron momentos cumbre en las carreras de esos jugadores, Garnacho aún está en la etapa inicial de la suya.

Los comentarios del delantero tras la final de la Europa League sonaron algo presuntuosos, pero también reflejaron la confianza de Garnacho. Es un jugador que nunca ha carecido de ambición, convicción ni determinación. Cuando Nick Cox, jefe de la academia, evaluó su carácter al intentar ficharlo en 2020, recordó para GOAL: “Él sabía que quería ser el mejor futbolista posible y estaba dispuesto a hacer lo que fuera para lograrlo. Tenía hambre de jugar en la Premier League y realmente quería defender los colores del Manchester United.”

Desafortunadamente, Amorim no comparte ese mismo deseo de que Garnacho permanezca en el club. No es ninguna sorpresa, dado que su esquema táctico 3-4-2-1 no aprovecha la mayor fortaleza de Garnacho, que es cortar hacia adentro desde la banda, especialmente en los contragolpes. Es comprensible que Amorim quiera contar con jugadores que se adapten mejor a su estilo de juego, por eso ha insistido en que el club fiche a Matheus Cunha, quien ha pasado los últimos cinco meses jugando en un 3-4-2-1 bajo la dirección del compatriota de Amorim, Vítor Pereira, en los Wolves.

Sin embargo, existe un riesgo al permitir que un entrenador tenga tanto poder sobre las decisiones de transferencias y que se deshaga de los jugadores más talentosos del club. ¿Qué sucede si la apuesta no funciona? Desde la era post Sir Alex Ferguson, los técnicos del United duran poco más de dos años; ninguno ha completado tres temporadas completas. El club entregó demasiado poder a Erik ten Hag en el mercado de fichajes y parece dispuesto a hacer lo mismo con Amorim, especialmente tras despedir a Dan Ashworth como director deportivo el año pasado.

Pero Amorim es un caso especial debido a su perfil y trayectoria. Ya está bajo presión tras esta desastrosa campaña y si el United no arranca bien la próxima temporada, seguramente buscarán un nuevo entrenador. Además, la mayoría de los técnicos de élite en el fútbol mundial no usan el sistema al que Amorim se ha aferrado. No sería sorprendente que, más adelante este año o para el verano de 2026, Amorim ya no esté en Old Trafford y que su sucesor necesite extremos nuevos. Entonces, se preguntarán cómo pudo el club desperdiciar talentos como Elanga, Antony, Rashford y Garnacho.

Una separación podría tener sentido tanto para Amorim como para Garnacho, especialmente después de que este último fuera ignorado para el partido más importante de la temporada. Sin embargo, será difícil de asimilar para los aficionados. Desde que el extravagante extremo irrumpió en el primer equipo y marcó su primer gol contra la Real Sociedad, asistido por Ronaldo, a quien originalmente estaba dedicado ese cántico, los seguidores no han dejado de corear "¡Viva Garnacho!".

“Tengo que decir que, cada vez que me siento en el Stretford End y escucho a los aficionados cantar su canción, es algo bastante abrumador,” comentó Cox el año pasado. “Hay una conexión especial entre la afición y un jugador así. Ser un extremo en el Manchester United le da un plus que lo hace aún más especial.”

Aunque es poco probable que Garnacho alcance el estatus icónico de Ronaldo, siempre ha tenido el potencial para convertirse en una estrella mundial. Ver cómo podría cumplir ese potencial en otro club será una experiencia desgarradora para los hinchas del United, y da la sensación de que el club está apostando fuerte al confiar más en un entrenador con poca trayectoria que en un jugador que, desde el primer día, ha sido sentido como uno de los suyos.