Como suele suceder en cada amistoso ante rivales de mucha menor jerarquía, la goleada 4-0 de la Selección argentina sobre Irak en Arabia Saudita, en el primer encuentro de la fecha FIFA de octubre, dejó pocas aunque buenas conclusiones.
Una de las principales novedades del equipo de Lionel Scaloni, quizá la mejor, fue la presencia desde el arranque de Paulo Dybala. Sin Lionel Messi, el cordobés volvió a ser titular en la Albiceleste después de casi un año (la última vez había sido en la derrota 2-4 frente a Nigeria, en noviembre de 2017) y, más allá del bajo nivel del rival, no desaprovechó su oportunidad.
El 10 de la Juventus se ubicó sobre el costado derecho del ataque argentino y desde allí inició la mayoría de las jugadas de peligro del conjunto visitante. Si bien no tuvo una actuación deslumbrante, la Joya se hizo cargo de la conducción de Argentina: fue el tercer jugador que más pelotas tocó después de los centrales Pezzella y Funes Mori y el argentino que más pases entregó en campo contrario -junto a Leandro Paredes-.
Además, participó en la jugada del primer gol y coronó su buen partido con la asistencia a Roberto Pereyra para el segundo tanto.
Así jugó Dybala ante Irak:
