Cuando cuesta entender cómo River es el mismo equipo que le gana 5-0 a Racing en la Supercopa y luego no puede en el Monumental, o golea 6-1 a Godoy Cruz luego de perder en su casa ante Argentinos Juniors, la respuesta está en la impericia que provocan los equipos que asumen que el principal objetivo ante el Millonario es no perder.
Lo mejor de River 0-0 Racing
Y si bien durante todos estos años de gloria se habló de la multiplicidad de recursos para someter a sus rivales, en un equipo que tuvo en este ciclo tantos títulos como jugadores determinantes, de un tiempo a esta parte padece un déficit a la hora de encontrar los espacios ante rivales que se repliegan y, en las pocas ocasiones que lo consigue, llega desgastado y transforma en figuras a los arqueros contrarios.
La Academia llegaba a Núñez en pleno ascenso, después de tocar fondo en Santiago del Estero. Desde aquel 0-5, había conseguido cuatro triunfos al hilo que, de golpe, lo pusieron en el lote de escoltas. Sin embargo, la prioridad para Juan Antonio Pizzi fue no repetir el papelón, luego conseguir algo y, si se diera la oportunidad, ganarlo casi de casualidad.
La expulsión de Juan Cáceres cuando corrían 12 minutos del segundo tiempo fue, paradójicamente, perjudicial para el Millonario. Si Racing había decidido esperar y que Copetti se arregle arriba, con uno menos directamente decidió ceder la pelota y que River se arregle. Tanto que la posesión en el complemento fue de un 73% para el local. ¿Cuál fue el porcentaje gravitante en el área de Arias? Bajísimo.
Con un certamen que ya superó su Ecuador, el equipo no termina de consolidarse y en gran parte siente la ausencia de Nacho Fernández, el jugador capaz de romper líneas de forma vertical, algo que Marcelo Gallardo aún no encuentra. Y con otros dos puntos dejados en el camino en casa, el fixture empieza a apremiar si quiere tener chances de pelear por el título.