River y Boca, Boca y River. Este sábado 24, los dos equipos más populares de Argentina paralizarán a todo el continente en la final más importante de la historia de la Copa Libertadores de América, con dos antecedentes inmediatos que el Millonario querrá revalidar, mientras que el Xeneize buscará venganza de lo ocurrido en el 2014 y 2015.
Fue en los octavos de final de la edición 2015 que se vieron por última vez las caras a nivel internacional, con el recordado episodio del "gas pimienta" que terminó con la descalificación del equipo que dirigía Rodolfo Arruabarrena, mientras que los de Marcelo Gallardo avanzaron y más tarde se consagrarían campeones. De aquella serie, se mantienen en el club de La Ribera Pablo Pérez, Fernando Gago y Cristian Pavón (estuvo en la final de ida, pero se perderá la revancha por lesión), mientras que en Núñez aún continúan Jonatan Maidana, Leonardo Ponzio, Gonzalo Martínez, Rodrigo Mora, Camilo Mayada y, lógicamente, el Muñeco en el banco.
Claro está, siete meses antes hubo otro festejo de River, pero en la Copa Sudamericana. Los jugadores de ese duelo que estarán presentes en la finalísima de este año serán los ya mencionados Gago, Maidana y Ponzio.
Pero hay más en el historia internacional del Superclásico, con algunos de los protagonistas actuales: porque Guillermo y Gallardo, actuales entrenadores, dejaron imágenes para el recuerdo en la ida de la semifinal de la Libertadores 2004, en la que el Muñeco se fue expulsado por rasguñar a Abondanzieri y el Mellizo golpeó al profe Macaya en pleno tumulto; y en la revancha, jugada en el Monumental, Tevez convirtió el empate transitorio y el arquero local era Germán Lux, hoy suplente de Franco Armani.
Además, tanto el Mellizo como su hermano Gustavo también formaban parte del equipo que eliminó a River en los cuartos de final de la edición 2000.
