Alvaro Morata, Spain and Atletico player, during the interview with GoalGoal

Morata en Goal: “Había perdido la confianza. El Atlético me ha cambiado la vida”

ENTREVISTA EXCLUSIVA

“Mi temporada acabó siendo un desastre. No sabía ni dónde estaba cuando salía a jugar. Fue jodido. Quiero ser feliz”. Cuando Álvaro Morata [23 de octubre de 1992, Madrid] cogió el micrófono en rueda de prensa el pasado mes de septiembre, nadie en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas esperaba semejante autocrítica ante los ojos de todo el país. Era el día en que el delantero regresaba a la Selección Española tras perderse el Mundial de Rusia, y la emoción se entremezclaba con la resignación por la infructuosa voluntad de recuperar su mejor nivel. Ha pasado casi un año desde entonces, y Morata es otro. Rebosa alegría ahora en el Atlético. Y madurez. Ha pasado página después de un año 2018 tormentoso y ha recuperado el fútbol que le hizo uno de los delanteros más cotizados del continente. El ‘7’ de España se abre de par en par en entrevista con Goal, radiografiando cómo ha logrado voltear su carrera desde que cruzase el Canal de la Mancha.

No hay peor forma de comenzar la concentración que con un minuto de silencio por Reyes. ¿Está el equipo muy ‘tocado’, porque hay algunos que le conocían de cerca?

“Sí. La verdad es que es una tragedia. Tuve la suerte de jugar un par de veces contra él, y me parecía una persona espectacular. Lo sabía, porque algunos compañeros aquí, los más veteranos, habían jugado con él, eran íntimos… Sólo queda darle el pésame a la familia, y rezar por él”.

Otra situación atípica es la ausencia de Luis Enrique. ¿Cómo está siendo esta concentración sin el seleccionador? ¿Le echáis de menos aunque esté Robert a los mandos?

“Sí, al final creo que es una situación anormal, pero intentamos llevarla con la mayor normalidad posible. Creo que es lo que a él le gustaría: que lo demos todo mientras él no esté. Nos transmite de vez en cuando, cuando puede, con algún mensaje y algún vídeo, lo que quiere de nosotros. Es importante saber que el fútbol es una profesión y un deporte muy bonitos, pero es algo secundario cuando llegan cosas así. Todos tenemos muchas ganas de ganar para que esté contento y orgulloso de nosotros. Tiene un gran staff técnico que está para eso. Más allá de para ayudar y dar consejos al míster, también para estar preparados por si les toca… y en este caso es así. Estamos también contentos de que Robert tenga también su oportunidad, aunque sea por algo negativo”.

Hace justo un año estaba fuera de la Selección para el Mundial, y jugaba para el Chelsea, con el que estaba sufriendo mucho, según reconoció usted mismo después. Un año más tarde, ahora se le ve feliz, es un fijo con Luis Enrique porque ha sido llamado en todas las convocatorias, y juega para el Atlético... ¿Qué ha cambiado en todo este año para semejante diferencia, además de lo evidente?

“Sobre todo, lo más importante es que antes había perdido la confianza en mí mismo. Me molestaba mucho la opinión de la gente en Inglaterra. Creo que me cogieron en medio de todo. Al final, era un equipo campeón de la Premier, y está demostrado que, después de ser campeón, el año siguiente no es tan bueno. Creo que allí no me sentía muy querido ni valorado por el club ni por la afición. Empecé muy bien en el Chelsea, pero una lesión al final te deja seco. Me recuerda a lo que le pasó a Mariano este año en el Real Madrid. Y tan mal como estaba, aun así metí 15 goles y ganamos la FA Cup… Pero me quedé fuera de la lista del Mundial, y para mí eso fue lo más duro que me podía pasar en la vida. Soñaba con poder jugar un Mundial desde que tenía 10 años, y de hecho elegí el Chelsea porque pensé que sería el mejor club para luego poder jugar el Mundial. Pero me quedé sin Rusia y con una mala temporada en el Chelsea. Ahora, firmar por el Atlético ha sido lo mejor que me podía pasar en mi vida”.

¿Por qué?

“Creo que al final era el destino. Salí del Atlético, y cada cierto tiempo tuve la oportunidad de volver –no tan a menudo cuando era más pequeño-. Cuando uno lo pasa mal en un sitio, tiene esa posibilidad no muy presente. Cuando era pequeño yo disfrutaba mucho, pero dejé de hacerlo, y tuve que buscar otros caminos fuera del Atlético. Miguel Ángel Gil Marín, que tiene una relación muy buena con mi representante Juanma López, me decía de vez en cuando que a ver cuándo volvía otra vez al club. He sentido el cariño. Y me motivaba mucho también que Simeone me llamase, estuviera en el club que estuviera, y me dijera que podía ser importante en el Atlético. Más allá del fútbol, de la gente que me ha acogido aquí fenomenal para la situación difícil que era, creo que el vestuario y los trabajadores del club me han cambiado la vida. Según llego a la ciudad deportiva es que se ve en la cara de la gente cuando confían en tí. Cuando te estás cambiando para un partido, ves cómo te miran tus compañeros. En el Chelsea llegó un momento en el que mis compañeros, salvo los españoles, pues… no es lo mismo cuando tú juegas y sabes que le das un pase a alguien que no lo va a hacer bien. No lo das de la misma manera. Todo el que haya jugado al fútbol alguna vez lo entenderá. Y al final, es una situación que no puedes controlar: no es ni ser positivo o negativo, ni pasarlo bien o mal. Es la confianza que tienen los demás en ti: tus compañeros, el club… Y yo la he encontrado aquí en el Atlético. Lo he dicho muchas veces: hay un momento en el que hay cosas que superan a la fama, el dinero y a todo. Gracias a dios, en el Atlético voy a poder tener un poco de todo esto, pero me encantaría estar aquí  todos los años que me queden al máximo nivel. Tengo que rendir mucho para ello, porque el Atlético está ya entre los más grandes, y quiere seguir siendo todavía más grande aún. Tengo que trabajar mucho”.

Hablamos de retirarse en el Atlético de Madrid…

“¡Me encantaría! Es verdad que ha sido difícil la llegada aquí, pero la gente me lo ha puesto muy fácil. La afición ha sabido entender que no he prometido cosas, que no he besado el escudo cuando llegué… Sé lo que es el Atlético y lo que tengo que hacer. No habría mayor premio para mí que estar aquí muchísimos años y que la gente pueda reconocer mi trabajo y me tengan cariño”.

¿En algún momento tuvo alguna duda de que este paso pudiera no salir bien?

“¡Nunca! Algún día cuando deje de ser jugador del Atlético contaré cómo fue todo mi fichaje. Es curioso. Creo que es el destino…”

Cuéntenos algo ahora, no lo deje todo para cuando se marche del Atlético…

“Bueno, sí te puedo decir que había otras cosas en mente por parte de todos, pero al final cuadró todo. Lo pasé muy mal en Londres. Al final me entrenaba solo. Yo hablaba con Maurizio Sarri y me decía unas cosas que sabía que no iban a ser así. Estaba muy nervioso. Mi mujer alucinaba conmigo. Fíjate que yo ya sabía que podía llegar al Atlético si todo iba bien, y tenían cuatro partidos antes. ¡Los vi todos en casa con mi mujer y ella flipaba! No le gusta mucho el fútbol, y no entendía cómo yo me podía poner así, tan loco, viendo jugar al Atlético, chillando por casa, de los nervios, cuando todavía no era jugador del Atlético… Es una historia que me gustaría contarla muy despacio en el futuro. Pasé de ir empatado a goles con Salah y Kane al inicio del primer año, y la gente me hizo una canción, no podía ni salir a la calle en Londres… Y un día me levanto con un pinchazo en la espalda, mi nivel baja, y ya empiezan a decirme de todo allí en Inglaterra. Que se supone que respetan, pero bueno…”

¿Se puede dar por hecho ya que se queda en el Atlético, o el Chelsea tiene alguna cláusula para recuperarle?

“Yo me quiero quedar en el Atlético. Pero contractualmente, el Chelsea puede llamarme para que vuelva. Veremos las negociaciones que tengan entre ellos, pero los dos clubes saben ya lo que yo quiero. Sólo pido por favor, como ya le he dicho al Atlético, que hagan todo lo posible por hacerlo cuanto antes. Porque yo lo único que quiero es estar aquí”.

Antes dijo que el Cholo Simeone le ha hecho sentirse importante, incluso antes de llegar al Atlético. Después de haber pasado por Italia, España e Inglaterra, con multitud de entrenadores de élite y tras haber absorbido la cultura futbolística de cada lugar, ¿qué le aporta ahora Simeone en el Atlético?

“Cuando firmé, hablamos los dos solos. Lo primero que me dijo cuando llegué, y ha sido el primer entrenador que lo hizo, fue las cosas mejorables que pensaba de mí. Yo las sabía, pero quizás nadie me lo había dicho tan claro. Me puso unos vídeos míos, y me dijo: ‘Mira, este eres tú en partidos decisivos, en finales, contra equipos grandes. Lo que tienes que hacer para ser uno de los delanteros más grandes es jugar igual contra la Juventus que contra el Leganés o el Rayo’. Al final, creo que es imposible estar con el Cholo y que no te saque el 100%. Aunque metas goles y estés siempre al  máximo, siempre quiere que des un paso más. Ahora me va a pasar en el Atlético, que voy a tener que dar un paso más, coger mucha más responsabilidad, pero sé que él confía en mí, y eso es lo más importante”.

Le quiero enseñar una foto que publicó el día que fichó por el Atlético de Madrid. ¿Recuerda cuándo se hizo esa foto?

“No recuerdo cuántos años tenía, pero sí recuerdo que estaba de viaje en el Algarve con mi padre. ¡Le tenía frito! Me había comprado las botas en España, el balón lo compramos allí, llevo hasta las espinilleras y unos guantes de portero, ¡quería jugar de todo! Al final, parece que tengo camisetas del Atlético o que es un montaje… pero por eso digo que la gente que me conoce bien, mi familia, sabe lo que significa para mí el Atlético y que esté hoy aquí. No creo que mucha gente con 26 años lleguen aquí y digan que quieren estar toda la vida si no fuera especial. No voy a decir nada más fuera del campo, sino que prefiero hacer como esta temporada. Podía haber llegado, publicado esa foto, besado el escudo para ganarme a la gente… pero no es mi personalidad. El día de mañana, cuando gane títulos con el Atlético, si dios quiere, explicaré a todos mi vida y me disculparé con quien me tenga que disculpar”.

¿Recuerda qué dorsal llevaba en esa camiseta?

“¡El 19!”.

¿Por qué?

“Por Kiko”.

¿Era su ídolo?

“Bueno, no recuerdo justo si esa camiseta llevaba número o no, pero cuando crecí sí que me puse número y nombre de Kiko. Y luego pasamos a Fernando Torres”.

Quería enseñarle esta otra foto, muy famosa, pidiéndole a Kameni sus guantes cuando era recogepelotas en el Vicente Calderón… ¿Logró quedarse con algo de Kameni?

“Me acuerdo perfectamente. Creo que te gustaría venir un día a mi casa y ver todas las cosas que tengo de recuerdo. Ese peto de recogepelotas de la foto lo tengo en casa guardado, de hecho. Recuerdo que, cuando estaba ahí, soñaba con jugar algún día en el Vicente Calderón. Luego resulta que marqué el primer gol como visitante en el Wanda Metropolitano. Era el destino. Cada vez que iba a jugar al Calderón era una cuenta que tenía pendiente. De hecho, hubo un día que me enfadé bastante con un compañero porque íbamos ganando y pude haber metido un gol, y no me lo dio. Fue uno de los últimos partidos allí además. Pero el destino tiene estas cosas. Luego del gol que metí en el Wanda con el Chelsea, una de mis camisetas se la di a Juanma López, otra me la quedé yo, y la última se la di a un recogepelotas porque me hacía ilusión”.

Empezamos hablando de la evolución durante su último año. Y para terminar, quería preguntarle por el próximo curso, que se presenta con una remodelación profunda en el Atlético y con la Eurocopa en la Selección. ¿Qué le pide a la próxima temporada?

“Ganarlo todo con el Atlético de Madrid y ser importante en el equipo. De la Eurocopa no quiero ni pensarlo. Porque ya en 2018 estuve todo el año pensando en el Mundial. Me influía en la forma de jugar: estaba en el campo y pensaba que tenía que marcar gol para ir al Mundial, o marcar más que el otro para ser convocado… Me creó ansiedad. No quiero ni pensarlo. Te aseguro que si juego mucho en el Atlético y marco 30 goles, allí estaré”.

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