En su vitrina descansan 11 trofeos de la Copa Oro . Ha disputado 16 veces el Mundial y no se pierde uno desde 1994 . Tiene 72% de efectividad en los partidos de las Eliminatorias . Son datos, no opiniones: la Selección mexicana es el gigante de la Concacaf y esa es una verdad del tamaño del Estadio Azteca. ¿El problema? Tiene que demostrarlo en el campo .
Porque la historia ya no juega un papel importante en los partidos del Tri. Los rivales cada vez tienen menos respeto, al tiempo que ganan confianza para llevar a cabo una propuesta de juego ambiciosa. Es así como Canadá llegó al Coloso de Santa Úrsula, le peleó la posesión a México, llegó con peligro al arco de Memo Ochoa y el futbol lo premió con un empate .
Lo visto ante el cuadro de la Hoja de Maple no es una casualidad. Tampoco es nuevo: lo vimos en la Liga de Naciones ante Costa Rica, en lo mucho que costó sumar puntos en la Copa Oro y en este inicio de las Eliminatorias , donde equipos como Jamaica, Panamá y ahora Canadá han podido competirle en igualdad de condiciones a los dirigidos por Gerardo Martino.
Tras el fracaso en los torneos del verano pasado, se dijo que el mal rendimiento de la Selección mexicana respondía a la ausencia de figuras como Raúl Jiménez o Hirving Lozano . Pero ese 1-1 ante el cuadro canadiense demuestra que nada de esto era cierto, el equipo sigue con problemas en su funcionamiento y con grandes limitaciones para imponer sus condiciones.
" Caímos, dejamos de presionar, el rival manejó la pelota, no fuimos agresivos ; entiendo que era una situación que ya traemos desde el año pasado, ser parejos en el rendimiento y cuando se juega contra jugadores aptos esos altibajos se notan y se pagan caro", dijo el Tata Martino tras el partido, reflexionando sobre lo que fue la actuación de sus dirigidos.
El análisis del timonel argentino no solo es acertado, sino que demuestra esa realidad que enfrenta México en la Concacaf: los tiempos de ganar sin exigirse quedaron atrás . La tabla no miente y por eso el partido contra Honduras debe tomarse con la mayor seriedad posible. La relajación se paga caro en el futbol de hoy.