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No es fácil resaltar qué Luka Modric es más extraordinario, si el que hace disfrutar a los espectadores sobre el terreno de juego o el que emociona fuera de él. El croata ha demostrado una vez más que es una persona y un jugador poco habitual y que el Real Madrid tiene y tendrá siempre un tesoro en él.
Modric está entre los mejores jugadores de la historia del fútbol y puede que sea el mejor centrocampista de todos los tiempos. Y aun así, ha conseguido cosas que parecían imposibles, como ser un jugador del Real Madrid admirado y respetado en el resto de estadios de LaLiga. Su juego enamora pero sus gestos fuera de él son los que de verdad hacen que la gente se ponga de pie. Como cuando decidió acudir a la gala del Balón de Oro como vigente ganador para dárselo a Messi o hace poco cuando expresó en redes sociales su respeto hacia Sergio Busquets cuando anunció su marcha del Barça.
La mayoría de los jugadores, al alcanzar cierta edad, prefieren dar un paso al lado, dejar de competir y emprender una nueva aventura en un club menos exigente y en el que puedan amontonar ceros en la cuenta del banco. Modric lo ha tenido todo de cara para tomar esa vía en los últimos meses, con ofertas desorbitadas desde Oriente Medio, pero nunca ha dudado. Daba igual si era Qatar o Arabia Saudí el que llamaba a su puerta y si le ponían o no un cheque en blanco. Él quería que el blanco siguiese en su camiseta y lo ha conseguido.
Además, hay que resaltar también que Luka Modric es una persona muy familiar y que tanto él como su mujer y sus hijos son muy felices en Madrid y saben que es el mejor lugar posible en el que seguir creciendo.
Modric es ADN Real Madrid de principio a fin. Es su casa, dónde más ilusión le hace jugar (no digamos ya con el nuevo estadio a la vuelta de la esquina) y es dónde sabe que puede seguir compitiendo al máximo nivel semana tras semana. Luka quiere seguir peleando por los principales títulos y, junto a Nacho, pugnará este año por convertirse en el jugador más laureado de la historia del club (ostenta 23 títulos, dos menos que Marcelo y Benzema).
Además, al igual que pasó con estos dos últimos en la temporada de la 14ª, Nacho será el capitán, pero el que apunta a lucir el brazalete en más ocasiones es Luka Modric. Pues aunque es verdad que la etiqueta de intocable para él y para Kroos apunta desparecer la próxima temporada, Modric evidencia mejor que nadie lo de "hasta el final vamos Real" y el no rendirse nunca. No hay más que ver el tuit que tiene fijado.
Además del hecho de que a nivel deportivo no ha bajado un ápice sus prestaciones. A sus 37 años, Modric sigue demostrando que la edad es solo un número, pues fue de lo mejor del equipo en partidos clave y escenarios importantes como Anfield, el Camp Nou o Stamford Bridge. Y Luka extiende con esta renovación no sólo su competitividad y sus opciones de seguir cosechando títulos con el Real Madrid, se asegura también llegar de la mejor forma posible a la Eurocopa 2024 dónde dispondrá de una nueva oportunidad de regalarle un título a Croacia. País al que le ha regalado ya tres medallas: dos platas y un bronce.