Cuando Philipp Lahm se retiró se pensó que pasarían algunos años para que Alemania y Bayern Múnich encontraran a su reemplazo. Sin embargo, la respuesta ya estaba dentro del plantel, solo necesitó que lo reubicaran como lateral para deslumbrar. Su nombre es Joshua Kimmich y, probablemente, la mayor traba para Carlos Salcedo y su ilusión de jugar ahí.
Un mediocampista reconvertido en defensa por derecha de la mano de Josep Guardiola cuando el español entrenó al elenco bávaro y el autor del primer gol en la eliminatoria de la UEFA Champions League contra al Real Madrid.
Su facilidad por sumarse al frente se lo debe a sus inicios en las inferiores del Stuttgart y, posteriormente, cuando el Red Bull Leipzig, en este entonces en la tercera división, lo compró. Por eso el gesto técnico de sorprender a Keylor Navas con un remate a primer palo tras un desborde.
Esas incorporaciones suelen ser una constante en la Bundesliga, así como en la Selección de su país, donde es un titular dentro de la alineación de Joachim Löw y parte de la renovación generacional del director técnico.
Si Niko Kovac, el nuevo timonel del Bayern a partir de la temporada entrante, en lugar de Jupp Heynckes, decidiera llevarse al mexicano consigo desde el Eintracht Frankfurt, este tendría que pelear el puesto versus Kimmich.
El croata también tuvo un papel importante en la transformación de Salcedo, quien era central y lo adoptó en la posición donde Juan Carlos Osorio empezó a probarlo en el Tri: lateral diestro.
Pese a que en un comienzo donde no figuró con las Águilas debido a una lesión que arrastró desde la Copa Confederaciones 2017, después se ganó el puesto. Resultó una de las claves para que soñaran con retornar a la Champions tras 60 años de ausencia.
Salcedo todavía no sabe si el Frankfurt lo adquirirá o no dado que su préstamo caduca en mayo. Incluso él ha dicho que existe la posibilidad de tornar a Chivas. No obstante, si Kovac lo quisiera, la negociación sería con el Rebaño y no el Eintracht, lo que casi seguro que flexibilizaría la operación puesto que los ánimos no son mejores entre los cuadros alemanes por el cómo se dio la salida del estratega.
Los muniqueses, además de Joshua, cuentan con el español Juan Bernat, quien suele alinear más por la izquierda, y Rafinha. El brasileño de 32 años se le vence el vínculo al finalizar esta campaña, aunque no renovaría y menos con errores como el que generó el 1-2 de Asensio en el Allianz Arena.
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Así Niko Kovac decidiera apostar por el Titán, a él no le convendría abandonar una institución en la que se tiene un rol principal. En Múnich aspiraría únicamente, o al menos de entrada, a resignarse como el suplente de uno de los elementos más prometedores del mundo en su demarcación.
