Emmanuel Gigliotti River Boca Sudamericana 2014ALEJANDRO PAGNI/Getty Images

Gigliotti, el protagonista: ¿soportará la presión de su historia?

El 27 de noviembre de 2014, Emmanuel Gigliotti pidió la pelota en el Monumental, la acomodó en el punto del penal frente a Marcelo Barovero, alzó la mirada hacia el arco que tiene a sus espaldas la Centenario baja y remató. Todo lo que pasó después se repetirá una y otra vez, durante años, en todos los portales, diarios, canales de televisión y programas de radio que hay en Argentina -e incluso en el mundo- y, posiblemente, en la cabeza del delantero que después de esa jugada dejó Boca y emigró a China.

"Son jugadas desafortunadas del fútbol. No le presto más atención. Volver siempre al tema del penal, sinceramente, me aburrió", declaró años después, ya con la camiseta de Independiente, un Gigliotti distanciado del Xeneize y del Superclásico. Sin embargo, cada vez que el Puma se enfrenta a River, el tiro atajado por Barovero vuelve a escena y, en ese contexto, resulta imposible creer que el goleador no recuerda esa jugada.

Mucho más difícil de creer es que no se acuerde de lo ocurrido ese 27 de noviembre cuando el destino lo sitúa, nuevamente, en un partido de copa internacional en el que le toca enfrentar otra vez al Millonario. Claro, el presente del Puma ahora es otro: fue campeón de la Sudamericana y de la Suruga Bank con Independiente y en Avellaneda nadie quiere que los fantasmas de la Sudamericana 2014 atormenten al delantero. Pero es inevitable: cuando salga a la cancha ante River por los cuartos de final de la Libertadores, Gigliotti será uno de los más observados.

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Lo seguirán de cerca los hinchas de River, que todavía se burlan del Puma por la atajada de Trapito. Lo observarán detenidamente, también, los fanáticos del Rojo, quienes esperarán que lo sucedido hace cuatro años en el Monumental no afecte a su goleador, al que quieren fresco y con la mira afilada para enfrentar a los de Gallardo. Y, quizá, algún hincha de Boca esté prestando especial atención en el futbolista que no logró convertir el penal que podría haber cambiado la historia para el Xeneize en el recordado partido copero.

¿Cómo jugará esa presión en el delantero? Sólo podrá saberse cuando pise la cancha y tenga contacto con la pelota. Pero lo que sí puede saberse es que cada tiro de Gigliotti al arco de Armani no será un tiro más -ni hablar si es un penal- y que un buen desempeño en la serie ante River lo ayudará a sacarse de encima los restos de Superclásico que -posiblemente- aún le queden de aquella noche en la que su derechazo le dio un nuevo rumbo a su carrera (y a su vida). 

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