OPINIÓN
Este miércoles se juega un inédito Portugal-Gales en la semifinal de la Eurocopa. Espectacular, por la posibilidad de que una de las dos selecciones pueda llegar a la final de Saint-Denis. Y muy morboso por el enfrentamiento entre Cristiano Ronaldo y Gareth Bale, dos líderes durante el año en el Real Madrid, y que ahora deberán someterse a un pulso el uno contra el otro, soportando el peso de sus respectivas selecciones en las espaldas. Imposible no personalizar este gran partido en las dos figuras del Real Madrid. Imposible no pensar en las posibles consecuencias tras el encuentro.
Y es que es la primera vez que se ven cara a cara en un terreno de juego… aunque en el entorno blanco siempre ha existido la sensación de que ambos pugnan deportivamente por ser quien lidere al Real Madrid en el presente y el futuro. Ahora, con un balón, sobre el campo y con camisetas de diferente color será ocasión para medirles al uno contra el otro: su ascendencia sobre sus respectivos equipos, sus habilidades individuales, pero sobre todo, sus éxitos deportivos. Quien gane pasará a la final de la EURO, pero no sólo eso, sino mucho más.
Puesto que queda la sensación en el ambiente de que esta semifinal encierra cierto embrujo a lo Juego de Tronos, una ‘transición dulce’ por ser el líder del Real Madrid, justo ahora además que se están tratando las renovaciones de ambos. Correrán ríos de tinta tras el encuentro, y ese poso retornará al imaginario del aficionado cuando el cuadro madridista regrese al Santiago Bernabéu frente a sus hinchas, con el ‘7’ portugués y el ‘11’ galés militando de nuevo en el mismo equipo. ¿Quién está mejor de los dos? ¿Quién debería ser el líder blanco? Seguro que este Portugal-Gales servirá de sustento para todos estos debates futuros.
Pero no sólo eso, pues el debate se puede extender más allá de los muros del Santiago Bernabéu. Por ejemplo, al Balón de Oro. Y es que la presente temporada está a punto de echar el telón abajo y esta edición está todavía más reñida que en los últimos años, con muchos posibles candidatos: Luis Suárez, por su magnífica Liga; Lionel Messi, por su buen año con un doblete en el Barcelona y alcanzando la final de la Copa América Centenario; o claro está, los campeones de la Undécima Cristiano Ronaldo y Gareth Bale. El galés ha ganado en influencia en el Real Madrid, cuajando unos meses de primavera y verano impolutos, mientras que el luso ha catapultado su carrera con Zidane hasta el punto de pelear la Bota de Oro y el Pichichi histórico de la Champions League hasta el final del curso, marcando el gol de la Undécima en la tanda de penalties (cuando, por ejemplo, Messi falló el suyo en la final de la CAC).
Volviendo al Portugal-Gales, al choque llega mejor Gareth Bale, pero el legado de Cristiano Ronaldo es mucho más persistente de cara a los votantes al balón dorado. Sea quien sea el que alcance la final, seguramente sume muchos puntos para ese Balón de Oro 2016, restándole a la vez parte del favoritismo a su compañero de equipo y ‘rival’ de selección. Lo que, irónicamente, podría terminar beneficiando a los espectadores de piedra. Esto es, a Lionel Messi o Luis Suárez. A lo Mariano Rajoy en España tras las elecciones de diciembre, sin ir más lejos. La que sería la peor noticia posible para un Real Madrid que está brillando con luz propia en esta EURO merced a sus jugadores internacionales, por cierto. Como ven, era imposible no atender a las posibles consecuencias de este duelo entre hermanos de sangre blanca.
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