Fran Garagarza en Goal: “En el Eibar no puedo fallar en un fichaje de cinco millones de euros”

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ENTREVISTA EXCLUSIVA

Apenas llevan cuatro años en Primera División. Apenas son veintisiete mil habitantes en la población. Apenas tienen un tope salarial de 40 millones de euros. Y sin embargo, el Eibar ha logrado asentarse en La Liga como uno de los clubes más sólidos y modélicos en la actualidad. Una de las piedras angulares del proyecto armero pasa por la dirección deportiva, con Fran Garagarza como máximo responsable, otrora transportista y hoy convertido en una referencia en el fútbol nacional. El director deportivo desgrana este inusual y meteórico éxito en el Eibar, cimentado sin embargo en la irónica simpleza de un riguroso ejercicio de sentido común. “Somos una casa pequeña, pero muy ordenada”, explica Fran en Goal, a las puertas de recibir al gigantesco Real Madrid en el menudo Ipurúa. 

Las dos primeras preguntas son sobre algunas de sus operaciones clave del pasado verano. ¿Cómo de importante fue que Mendilibar se quedase en el Eibar?

“Importante. Es un entrenador que se adapta muy bien al Eibar. Y el club a él. Así le damos continuidad a un grupo de trabajo, a un número alto de jugadores con contrato, a un entrenador que sabe lo que queremos y que sabe sacar el máximo rendimiento al jugador. Su marcha nos hubiera supuesto una interrogación que no queríamos tener”.

¿Y cómo de importante fue que Inui se marchase? ¿Se nota en el seguimiento desde Japón?
“A nivel empresarial ha sido un pequeño golpe quizás. Hablamos con el departamento de márketing y la directora general, y ha dejado una pequeña secuela. Teníamos una repercusión en imagen con él. Se ha notado. Luego a nivel deportivo, sigo pensando que si se hubiera quedado habría sido importante, y no habría venido otro jugador. Pero tampoco es el puesto donde peor estemos. Hicimos el máximo, y de hecho tuvimos un OK que al final no se lleva a cabo con los documentos listos para ser firmados”.

Fran, sinceramente, le esperaba con varita y bombín. ¿Cuál es el ‘truco’ del Eibar para haberse mantenido en la élite siendo un club y una población tan pequeña?

“Hay muchos. No sólo una clave. Pero parte desde el modelo, donde no hay un dueño sino más de 11.160 accionistas, y nadie puede tener más de un 5% de acciones. Hay una sociedad anónima deportiva elegida por los accionistas. No hay un dueño único que haga lo que quiera. Eso marca. Luego si bajamos una planta más: en las diferentes áreas del club hay personas con máxima responsabilidad a la que se le delega sus tareas. Al final, todo está muy ordenado, y hay una línea muy marcada. Lo que pasa en los niveles superiores ya se conoce en los inferiores. Todo está planificado: desde el partido de pretemporada, a la inversión en la futura ciudad deportiva. Es una casa pequeña muy ordenada. Y hay una sintonía con el pueblo muy especial. No les quieres fallar. Sería muy difícil de asumir para nosotros que el Eibar bajase y dejase 50 millones de déficit al pueblo, por poner un extremo. No se nos permite. Por ahí, por todo eso empieza el secreto, o el truco como lo llamas”.

¿Y si bajamos ya al nivel más bajo, es decir, al césped? ¿Cuál es el ‘truco’ en lo deportivo?

“Sí. Luego hay otras claves más allá del modelo estructural: buena gente, trabajar muchas horas, saber qué queremos, las ideas claras del estilo de juego, apostar por jugadores de Segunda que creo que es un buen vivero con gente nacional con mucha hambre como Keko, Sergi, Albentosa, Florian Lejeune… En definitiva, sabemos lo que queremos. Es muy difícil que el año que viene tengamos en el equipo a ocho mexicanos-brasileños-alemanes-lo que sea”. 

¿Tienen margen de error a la hora de elegir fichajes?

“¡Sí! Analizamos todo lo posible para intentar minimizar riesgos. Pero siempre podemos fallar, claro”.

¿Y presupuestariamente tienen margen de error? ¿Se pueden permitir fallar en fichajes?

“¡Ahí tenemos que hilar muy fino! Si yo tengo que pagar por ti cinco millones, es que no puedo fallar. Sí puedo hacerlo en uno de 200.000 euros. O de un millón. Pero para mí es una losa importante equivocarte en el jugador por el que más dinero pagas. Y no hemos pagado cinco millones por ningún jugador, pero si se diera el caso y fallamos, pues no es que no me lo perdonase, pero me sentiría con una responsabilidad muy grande por no acertar”.

¿Un director deportivo se nace o se hace?

“Se aprende, creo. Tiene que tener ojo clínico para el fútbol, pero también tiene que saber negociar. Tiene que tener cabeza fría, pero empatizar”.

¿Cómo acabó siendo director deportivo?

“Yo era transportista. Había entrenado dos años al División de Honor juvenil al Eibar. El equipo asciende a Segunda y el segundo entrenador lo deja porque no puede compaginarlo con su trabajo. Yo sí dejo el mío, me la juego y acepto el puesto. Estoy un año en Segunda, donde nos salvamos, pero el entrenador no continúa y en el Consejo me ofrecen entrar en el fútbol base. Estuve cuatro años en la cantera, y cuando Jesús Merino deja la dirección deportiva, me la ofrecen a mí. Al principio me negué. Pero si no aceptaba, me quedaba sin nada porque querían una única persona que controlara todo, también la cantera, donde yo estaba. Me apretaron mucho y les puse la única condición de poder tener una persona a mi lado para cubrir las responsabilidades bien. Lo aceptaron. Vino conmigo una persona con un perfil muy concreto, y acerté de pleno: Roberto Olabe, que hoy es el secretario técnico de la Real Sociedad. En total, son ya doce años de director deportivo más uno de entrenador más dos en el fútbol base”.

¿De pequeño soñaba con ser director deportivo? ¿Era de los que practicaba con los videojuegos de fútbol tipo manager?

“¡No, no! A mí lo que me gustaba era ser entrenador. Estuve muchos años en el fútbol vasco. ¡No me veía aquí para nada! También te digo que si ahora el Eibar me da a elegir entre ser su entrenador o ser su director deportivo, yo me quedo donde estoy. ¡Seguro! Me ha enganchado. Me llena más. Tiene una responsabilidad muy alta, de más dedicación, de abarcar más cosas, de gestionar el club…”

Si pudiera fichar a un jugador del Real Madrid, ¿a cuál elegiría? ¿Cuál es el jugador que le encanta ver jugar?

“Modric. Hace jugar a todo el equipo. Sabe cuándo dar un pase, a dónde darlo, cuándo contemporizar, cuándo darle pausa al partido… Me parece que hace mejor al resto de jugadores”.

¿Quién es el fichaje que más satisfacción le dio? ¿Y cuál es que le dejó una espina clavada?

“La de Simone Verdi sí me dejó una espina. Le veíamos mucho talento, muy buena edad, cosas innatas como el golpeo con dos piernas… Pero él no tuvo mucha pausa, y lo mismo nosotros le podríamos haber dado algo más también para que se quedara. Había una opción de compra con el Milan de un millón de euros. Nos lo estábamos planteando, pero el chico en Navidad me dijo que no aguantaba un día más en el banquillo, y el Milan dijo que quería sacarlo. Ahí se nos fue un jugador de nivel. ¿La que más satisfacción? La de Florian Lejeune, por ejemplo, que lo vendimos por 10 millones de euros. Yo me perdí una gira por ir a ficharle. Nos movimos rápido y bien, cuando llamamos al Manchester City para decirles que estaba cerrado no se lo creían. ‘Pero si es nuestro’. ‘Ya, pero es que está cerrado’. Se llevaron un golpe porque le tenían en mente. O la de Borja Bastón, por la dificultad con todos los clubes que le pretendían”.

Mirando al futuro, ¿es una locura pensar en el Eibar jugando en Europa viendo su evolución?

“Creo que sí. El año pasado estuvo cerca, pero no creo que podamos volver a tenerlo tan cerca. No lo veo. Nuestro objetivo es dejar tres equipos por debajo. Y si luego te llegan cosas más altas, bien. Pero nuestro objetivo es la permanencia sí o sí”.

¿A qué se le puede achacar que esta Liga esté tan igualada? ¿Pasa por el nuevo reparto de ingresos que se viene haciendo en La Liga desde hace unos años?

“Puede ser, sí. Otra razón es que es año post Mundial, y los equipos de arriba no suelen estar tan finos por todos sus internacionales. Se nota”.

Cuando oye hablar de la Superliga, ¿le causa indignación, decepción o indiferencia?

“A nosotros nos mata. ¡Nos mata! Nos pagan muy buen dinero en derechos de televisión. Y el Eibar no genera ni la cuarta parte de lo que generan esos clubes. Al contrario. Si aquí estuvieran Cristiano, Neymar, Lewandowski y Mbappé, mejor. Cuantas más estrellas, más se verá y más nos tocará en el reparto televisivo, que es el 99% de nuestro presupuesto. Si se van los grandes a jugar una liga europea entre ellos, pues fíjate… Ahora, también te digo, que si yo soy el Atlético o el Real Madrid, la percepción sería otra. Para ellos sería más atractivo por rivales, repercusión mediática, etcétera. Imagina jugar contra PSG, Benfica, Bayern cada semana… Pero claro, al Eibar eso nos mataría”. 

Las dos últimas preguntas, sobre sus próximas operaciones de futuro. ¿Cómo va la renovación de Sergi Enrich?

“En buena sintonía. Hablando. El chico es top, es increíble. Termina contrato, es un activo importante para tenerlo, pero vamos a ver si podemos llegar a un acuerdo con tranquilidad, respeto y buena sintonía, que es lo que se desprende en las veces que hemos hablado. Ahora está en elaboración. Nos gustaría tener el mapa de hacia dónde vamos para el 20 de diciembre, antes de Navidad”.

¿Y cómo va la renovación del que hace las renovaciones, es decir, de Fran Garagarza?

“Pues parado. Acabo contrato este verano. Habrá que hablar con la presidenta. Tiempo al tiempo. El que termine contrato no es un gran problema, porque actúo como si tuviera 25 años más de contrato. Eso no cambia. No sé lo que pasará porque tampoco tengo ninguna noticia de ningún tipo sobre qué se puede dar. No puedo responderte. Hay tranquilidad. Luego ya lo que sea en el futuro tampoco depende de mí, así que no lo sé”.

Ya le han relacionado con algún club en el pasado. Se habló del Sevilla…

“Bueno, a mí personalmente no me ha llegado nunca nada. Sólo me ha llamado el Eibar, que me llama todos los años. Lo dejo en rumores sin más, porque no hubo nada más. Aunque te enorgullece que se pueda decir eso, claro. Sobre todo si es en un sitio donde estuvo Monchi. Pero vamos, a día de hoy no ha habido nada. Cero”.