EDITORIAL
El de esta noche será un partido especial para Cesc Fàbregas y Pedro Rodríguez, dos culés de corazón que, por primera vez desde que abandonaran el Barcelona, volverán a pisar el Camp Nou... pero como rivales del cuadro azulgrana. El centrocampista ya sabía qué era jugar contra el Barcelona como rival, pues lo había hecho con el Arsenal hasta en cuatro ocasiones. Pedro, por su parte, se estrenó en el empate en Stamford Bridge que mantiene la incertidumbre en la eliminatoria.
"Será extraño jugar contra el Barcelona" admitía el canario antes de recibir al equipo en el que se formó. El catalán, por su parte, aseguraba que "sigue siendo especial" medirse al club de su corazón porque "es un equipo que siempre ofrece momentos top, tanto si juegas con ellos como contra ellos". Sabe bien de lo que habla, pues se había cruzado hasta en cuatro ocasiones con un Barcelona al que apenas arrancó una victoria y nunca fue capaz de eliminarle en la Champions League a pesar de esfuerzos como el que hizo en 2010, donde marcó desde el punto de penalti tras lesionarse.
El Barcelona siempre ha resultado una motivación para Cesc. Antes y después de vestir la camiseta azulgrana durante tres años. Abandonó el Camp Nou en 2014 después de que José Mourinho le convenciera para ejercer como uno de los pilares de su equipo. Al cabo de un año le siguió Pedro, temeroso de pasarse la temporada entera viendo a la MSN desde el banquillo tras la llegada de Luis Suárez.
Próximos partidos
Dos años y medio después de su adiós el Barcelona ya no dispone del tridente que le abrió la puerta de salida a Pedro ni de Xavi Hernàndez, cuya presencia le impedía a Cesc ser titular en su posición. Ambos decidieron desligar sus destinos del club en el que querían retirarse y hoy aspiran a eliminarle por muy duro que pueda resultarles a los dos.
