LA INTRAHISTORIA
Dicen que el amarillo da mala suerte. Un color supersticioso en el mundo del espectáculo por culpa del fallecimiento del dramaturgo Moliere en el siglo XVII, y que se ha trasladado en muchas ocasiones al mundo del fútbol, pese a que Brasil vista de ese color y que algunos clubes, como el Barcelona, hayan vivido aciagas tardes en el pasado -tildado incluso de gafe- y gloriosas noches más recientes bajo ese tono.
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Lo llevó Cruyff como jugador culé en la década de los 70, siempre convencido de que los colores vivos ayudaban en el campo, y lo ha lucido el Barcelona en varias ocasiones, además de los 80, dentro en este último milenio con Ronaldinho y un jovencísimo Messi en el plantel, testigos de algunos de los mejores momentos del club en estos años. Ahora parece que el conjunto culé se ha abonado a ese tono, es el alternativo de este curso y lo será el del próximo, con un modelo muy similar al que llevó el mito neerlandés en la temporada 1974-75, cuando daba peor suerte.
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El amarillo estuvo presente en las temporadas 2005-06, 2008-09, 2014-15 y 2015-2016, en todas ellas se saldó con dos títulos como mínimo, llegando a tres en la 2008-09 y 2014-15, en los tripletes de Pep Guardiola y Luis Enrique.
Próximos partidos
En una época donde la moda y la cultura miran hacia el pasado, al igual que el fútbol, no es mal precedente para el Barcelona rescatar un amarillo que trae recuerdos de Cruyff sobre el verde y títulos de la mano de Guardiola y Luis Enrique, reviviendo grandes etapas del club que buscan continudidad en esta campaña 2018-19 y en la 2019-20.
