Ya lo dijo Paulo Autuori: "Nos faltan muchísimas cosas"

Una de esas noches negras, en las que no sale absolutamente nada de lo planeado, planificado, pensado o imaginado. De esos partidos que de entrada tienen pinta de que se va a sufrir y la impaciencia hace mirar el reloj recurrentemente, aguardando ingenuamente, que los 90 minutos se vayan en 90 segundos. Partido penoso de Atlético Nacional ante Olimpia en Paraguay que terminó con derrota 0-3.

Una derrota que inicialmente podía entrar dentro del presupuesto de lo que iba a ser la fase de grupos para el Verdolaga, por la condición de visitante y por el nombre del rival, pero que por el triste desarrollo del mismo para los antioqueños, la hace dolorosa, preocupante e inaceptable desde la competitividad y espíritu del equipo.

Y justamente Paulo Autuori habló de eso en la conferencia de prensa previa al partido, en Guarne, antes de viajar a tierra guaraní. Le preguntaron al técnico por la expresión futbolística del equipo a lo largo del semestre que tiene dividida a la hinchada entre los resultadistas (semifinalista en Liga con opción de final y clasificado en Copa) y los gustosos de esas victorias, pero con buen juego o por lo menos, alma en los jugadores.

A lo que Autuori respondió: "Mi preocupación es hacer que el equipo logre ser competitivo. El mismo nivel competitivo, que tengo que reconocer que estamos evolucionando, nos falta mucho. Porque hay momentos de partido o los primeros 45 minutos que no hemos competido, pero competimos los demás minutos. Nos faltan muchísimas cosas." Efectivamente en el Defensores faltó mucho, faltaron muchísimas cosas. No funcionó la rotación, ni el esquema con tres centrales para ver cómo el rival ganaba todo por arriba, ni los once elegidos, ni la oportunidad para los juveniles en un escenario exigente, ni la tímida propuesta, ni los cambios (otra vez tardíos). Hasta Mier, figura del equipo y salvador en juegos recientes, se equivocó y le cobraron.

La preocupación también pasa por la competitividad, algo en lo que Nacional había mejorado bastante con Autuori, independientemente de funcionamientos, formas y resultados. Hoy no hubo competitividad y se sintió fuerte, en la cancha y en la hinchada que no perdona este tipo de demostraciones carentes de vergüenza y carácter. Falta mucho y hay que evolucionar en el tiempo que queda, porque el lunes hay una gran oportunidad de resarcirse para dejar esta negra noche atrás con prontitud.

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