ANÁLISIS Y OPINIÓN
Ronaldo Nazario pertenece a ese selecto club de jugadores que han defendido los colores tanto de Barcelona como de Real Madrid, dejando gratas sensaciones en ambos clubes. El delantero brasileño estuvo solo una temporada en ‘Can Barça’ (este sábado se cumplen 25 años de su firma con los blaugrana), por las cinco campañas que estuvo en el conjunto blanco. Si bien el rendimiento en la Ciudad Condal fue superior, tan excelso como en el PSV, club que ejerció de trampolín al fútbol europeo, y donde casi firmó un gol de media por partido.
El Ronaldo del Barcelona era un futbolista joven, de 20 años de edad, con ambición deportiva y ganas de crecer; caracterizado por un envidiable físico que aunaba explosividad y fuerza, distinto a cualquier delantero del momento, como un carro de combate con el motor de un Fórmula 1. El antológico gol anotado ante el Compostela es un ejemplo de aquel futbolista indomable y destado cuando tenía metros para correr.
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Por su parte, el Ronaldo que aterrizó en Madrid en 2002 era un jugador más maduro, lastrado por las lesiones, más pausado en sus movimientos, pero todavía muy veloz en las distancias cortas, aunque con mayor inseguridad debido al historial clínico acumulado. Aquel Ronaldo ya estaba consagrado tras conseguir el Mundial y el Balón de Oro, irradiaba más respeto que antes a los rivales, quienes no solo debían frenar a un ariete muy letal en el área sino a un delantero potente y con gran fuerza. El gol ante el Atlético a los pocos segundos de arrancar el derbi madrileño es el mejor ejemplo de esta etapa como merengue.
Los incipientes problemas con el peso y la relación con Capello, como él mismo reconocería después a Fox Sports en Brasil, motivaron su salida de Chamartín en 2007 hacia el Milan: "En el Real Madrid salí contra mi voluntad, porque empecé a tener muchos problemas con el entrenador, Fabio Capello. Si estaba 100 gramos por encima de mi peso me sacaba del equipo".
El exdelantero simpatiza más con el Real Madrid que el Barcelona, como ya indicó al declarar “la pena que el gol que le metí al Compostela es que no lo hubiera hecho con la camiseta del Real Madrid”. Además, el legendario icono brasileño es actualmente uno de los embajadores mundiales del Real Madrid.