"No es necesario haber sido un gran jugador para ser un gran entrenador. Dime cuántos futbolistas top han sido entrenadores top. Son la excepción". No le falta razón a la frase de Fernando Santos (Lisboa, Portugal, 10 de octubre de 1954). Lejos de los flashes, el histrionismo y la aversion a los escándalos de varios de sus colegas, él ha construido su carrera en base al perfil bajo.
Portugal, bajo la conducción de Fernando Santos, se medirá ante España en el Grupo B
Nunca brilló como jugador, pero el buzo de seleccionador portugués le sienta perfecto. Ingeniero eléctrico de profesión, casado y con dos hijos, Santos se dedicó al fútbol pero no forjó su reputación como futbolista. De hecho colgó las botas muy pronto. Jugó como lateral derecho en clubes como el Marítimo de Funchal y el Estoril.
En 2016 consiguió la Eurocopa de Francia, el logro más importante de su extensa carrera como entrenador, que lo tiene, por ejemplo, como el único técnico que dirigió a los tres grandes de su país (Porto, Sporting Lisboa y Benfica). Las buenas campañas en aquellos clubes, y también en el fútbol griego, lo llevaron a tener su primera experiencia en el banquillo de una selección en julio de 2010, cuando se hizo cargo precisamente del Seleccionado heleno. Allí tuvo como primer gran golpe la clasificación a la EURO 2012, aunque no sería el último.
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En aquel certamen, guió a los griegos hasta los cuartos de final frente a Alemania. El obstáculo germano fue imposible de sortear, pero redondeó acabó realizando un digno torneo con un equipo menor. Y lo terminó de confirmar dos años más tarde, cuando lo clasificó al Mundial de Brasil. Además, logró superar la fase de grupos antes de quedar eliminado en octavos de final ante Costa Rica por penales.
A esa altura, el nombre de Fernando Santos ya era cosa seria. Por eso, tras esa Copa del Mundo, y ante la salida de Paulo Bento del Seleccionado luso, fue Santos el que se hizo cargo del equipo, al que rescató de una crisis futbolística y pudo clasificar a la Eurocopa de Francia.
Pragmático por definición, cultor del perfil bajo como bandera y con la filosofía de ponderar al equipo sobre cualquier nombre, Santos supo amoldar al grupo a su manera, incluyendo a Cristiano Ronaldo, una figura siempre difícil de manejar y al que Santos supo domar como pocos han podido hacer. Precisamente al madridista querrá guiar el año próximo al único gran título que le falta ganar.
Getty Images“La final del domingo será el momento más importante de mi carrera", había admitido Santos tras la victoria ante Gales en la primera semifinal de aquel torneo. Y lo superó con creces: le ganó al país organizador y sumó a su currículum el honor de ser el entrenador de la primera Selección portuguesa que conquistaba el continente.
Nominado a Mejor Entrenador FIFA en 2016, tiene ahora un desafío mayor con Portugal en 2018. A Rusia llegará como campeón de Europa, toda una prueba que tendrá por delante el hombre de 63 años.
