Son todo buenas noticias alrededor de Leo Messi este verano. Recién casado con Antonella Roccuzzo, el amor de su vida, ya sabe que cuando regrese a Barcelona encontrará encima de la mesa el mejor contrato que jamás habrá visto como futbolista profesional, pendiente de firmar. Sin embargo, el rosarino no sellará su continuidad con el club azulgrana hasta después del 12 de julio.
Messi y su esposa cambiaron sus planes tras la boda del pasado viernes y en estos momentos se encuentran en Antigua y Barbuda junto con sus hijos, Thiago y Mateo, celebrando su luna de miel. Hasta que esta no concluya no regresarán a Barcelona para que el padre de familia se incorpore al trabajo a las órdenes de Ernesto Valverde.
Los futbolistas del Barcelona que no han tenido competición internacional están citados el próximo 12 de julio en las instalaciones de la Ciudad Deportiva, en la que Messi tomará parte para luego reunirse con el presidente, Josep Maria Bartomeu, y prolongar el contrato que vence en 2018 hasta 2021, además de otro año opcional, tal y como adelantó hace unos días la Cadena SER.
Así, Messi mejorará sus emolumentos, actualmente alrededor de los veinte millones de euros anuales, y también verá incrementada su cláusula de rescisión después de que Jorge, el padre del delantero, haya negociado la ampliación con la cúpula ejecutiva del Barcelona durante los últimos meses.
Su primer partido oficial tras la firma del contrato será, ni más ni menos, que contra el Real Madrid en la ida de la Supercopa de España que se disputará a mediados de agosto, un mes después de que haya estampado su firma de renovación con un Barcelona al que le dio la victoria en su última visita en el Santiago Bernabéu donde además el argentino protagonizó una celebración ya histórica tras anotar el 2 a 3 que concedía la victoria al Barcelona.
