La meta no se cumplió. Otra vez la Selección mexicana se quedó en octavos de final y el proceso de Juan Carlos Osorio terminó, pese a que el balance total de resultados es favorable.
Con la exposición y posicionamiento que su desempeño en México le ha dado, el colombiano tendría opciones de otros representativos, principalmente para hacerse cargo del seleccionado de su país. Y la Dirección de Selecciones Nacionales estaría en busca de su reemplazo para un nuevo ciclo.
Durante casi tres años (fue presentado en octubre del 2015), su gestión ha sido objeto de críticas por las derrotas en partidos importantes; sin embargo, también destacan puntos positivos -como el intenso estudio del futbol mexicano y de los rivales- que podrían tener continuidad en el siguiente proyecto.
PLANES DE ACOMPAÑAMIENTO
Acortó distancias. El técnico desarrolló planes específicos para dar seguimiento a los seleccionados que juegan en el futbol europeo. El objetivo es evitar que pierdan la forma física, especialmente cuando tienen pocas actividad con sus equipos, como sucedió con varios de los indiscutibles.
Los resultados obtenidos a partir de la aplicación diseñada y la comunicación con el cuerpo técnico y médico del equipo, fueron fundamentales para la elección de los 23 jugadores de la lista final.
RESPALDO A JUGADORES JÓVENES
Durante su gestión, varios jugadores en desarrollo recibieron su primera oportunidad con México. El más destacado es Hirving Lozano, a quien debutó en febrero del 2016 y en este Mundial marcó el gol de la victoria histórica sobre Alemania. A su corta edad, suma un campeonato en la Eredivisie y es buscado por clubes importantes en el Viejo Continente.
Juan Carlos Osorio considera que la incorporación del Chucky al representativo fue fundamental en su desarrollo. No fue el único, también sumó en este ciclo a Edson Álvarez y Jesús Gallardo, promesas mexicanas de 20 y 23 años respectivamente, que ya se enfrentaron al triunfo y la derrota en el máximo nivel. Apuntan a ser guías en Qatar 2022.
COACHING MENTAL
GettyMéxico se despidió de Brasil 2014 en medio de una polémica arbitral. No consiguió avanzar de los octavos de final, una carga que pasa de generación en generación desde 1986. México nunca había recibido una goleada como el 7-0 ante Chile en la Copa América y tras ese histórico suceso, sumaron a un profesional a su equipo.
Imanol Ibarrondo es el coach mental de la Selección desde noviembre de 2016. Su profesión no es la de psicólogo, pero se encarga de trabajar con los jugadores para enfrentar los retos deportivos con alta confianza individual y colectiva.
Tanto en el campo como frente a los micrófonos, esta selección se muestra convencida. Los jugadores expresan la unidad que existe dentro y avalan el trabajo de todo el staff, pese a que las rotaciones constantes implican que algunos permanezcan al margen.
CERCANÍA CON LOS PROSPECTOS
Hasta hace unos meses, el mediocampista Jonathan González defendía la camiseta de Estados Unidos. Osorio logró convencerlo de decantarse por México antes de recibir un llamado oficial del rival; ya debutó con el primer equipo y sigue su proceso con selecciones menores.
Así como lo hizo con él, dio seguimiento a jugadores que podrían ser parte de la renovación rumbo a Qatar 2022: Omar Govea y Uriel Antuna. Además de Víctor Guzmán, quien causó baja por lesión, y Erick Gutiérrez, emergente ante la ausencia de Diego Reyes.
POLÉMICAS AL MARGEN
GettyLa relación tensa entre el cuerpo técnico y la prensa sería uno de los principales motivos del técnico para negarse a continuar. Su gestión ha sido criticada por las rotaciones y la ausencia de victorias trascendentales, la opinión de los aficionados también esta polarizada; pero Juan Carlos Osorio ha evitado las confrotaciones.
Un punto característico de su gestión es limitar las charlas y conferencias de prensa a temas futbolísticos. A diferencia de otros procesos, se mantiene fuera de los reflectores y alejado de las polémicas que pudieran afectar al equipo.
