Real Madrid subs Toni Kroos Getty Images

Las claves del milagro ante el City

Por Jorge C. Picón - Es difícil explicar la remontada del Real Madrid ante el Manchester City. En la misma aparecen muchos factores, algunos de ellos etéreos, que convergieron en un momento dado para que los blancos, de forma milagrosa, ganasen la eliminatoria. Sin embargo, hay puntos que si son tangibles, algunos incluso futbolísticos, que tuvieron un peso específico. Los de Ancelotti aprovecharon bien sus armas y llegaron vivos a los últimos minutos, en los que son un equipo imparable.

Resistencia

Antes del gol de Mahrez, el Madrid tenía el partido bastante controlado. El City, sobre todo en la primera parte, había tenido algún ramalazo en forma de ocasión, pero lo cierto es que estaba jugando con más respeto que brío. Ancelotti sabía que debía llegar a la segunda mitad metido en el partido para entonces aprovechar la energía de sus cambios. De esa resistencia tuvo mucha culpa la línea defensiva, incluido Courtois, que volvió a ser gigante. Carvajal, Militao, Nacho y Mendy hicieron un partido excelso, incluso cuando el resto empezaba a bajar los brazos. El francés, en el 87, salvó el 0-2 de Grealish bajo los palos. Con esa acción, comenzó la remontada.

Rodrygo y Camavinga

Rodrygo salió antes del 0-1 de Mahrez. El brasileño entró encendido, en conexión con el Bernabéu, sabiéndose importante en el guión del partido. El gol del City fue un jarro de agua fría, pero fue entonces cuando entró Camavinga y todo cambió. El francés fue ancla y arpón para el Real Madrid, cortando infinidad de jugadas rivales y lanzando al ataque a sus compañeros con pases y conducciones. Su mera presencia liberó a Rodry, que se sintió más seguro con su compañero de batallas de banquillo. Un pase de Camavinga fue el origen del primer tanto. Benzema la descolgó y el brasileño se adelantó a todos para marcar. El segundo, en esta ocasión a pase de Carvajal, fue un testarazo por encima de un mucho más alto Ruben Dias. La samba brasileña volvió a marcar el camino, aunque con la ayuda de un Camavinga cuya mera presencia cambió el encuentro.

El artículo sigue a continuación

Sangre fría de Benzema

Las grandes noches hay que culminarlas, como cuando se le dice al tenista que debe saber cerrar los partidos. Para ello, el Madrid tiene a Karim Benzema. El francés es cada día más estrella porque no le hacen falta grandes alardes para ser definitivo. Dio primero la asistencia a Rodrygo en el primer gol, pero sabía que en las remontadas solo figuras si marcas. De esta forma, en la prórroga, haciendo uso de uno de los últimos esfuerzos que le quedaban, se adelantó a Ruben Dias y forzó el penalti. Después, se armó de valor para lanzarlo. El último había sido a lo 'Panenka', pero quizás era demasiado arriesgado en esta ocasión. Lo cambió por un tiro ajustado al palo que Ederson sabía que no iba a parar desde que el árbitro había señalado los once metros. Benzema, de nuevo, en la historia.

Ayuda de todos

Asensio, Ceballos, Lucas y Vallejo fueron los otros cambios del Real Madrid. Su presencia no fue decisiva desde un punto de vista práctico, pero su trabajo fue seguro que más alegró a Ancelotti. Ninguno de ellos paró de correr en todo el partido y aportaron exactamente lo que debían. Durante toda la prórroga, cuando las piernas del resto flojeaban, las suyas, todavía frescas, hicieron la diferencia. Tanto es así que en la media hora final Courtois prácticamente no tuvo que intervenir.

El Bernabéu

Si al City le entró el miedo escénico, fue por el Bernabéu. Si el Madrid resistió en su peor momento, fue por el Bernabéu. Si Rodrygo creyó hasta el final, fue por el Bernabéu. El templo blanco es el principio y el fin de todo. La remontada no se entiende sin un estadio que palpitó cada acción, cada pase, cada golpe y, obviamente, cada gol. Los errores de Laporte, Ruben Dias o Ederson, que antes habían cometido Mendy o Donnarumma, son causa de la presión que ejerce un público que en esta clase de partidos se siente más participe que nunca. Tras el gol de Mahrez fue cuando más alto animaron. Dio resultado: unos minutos después estaban celebrando que se habían metido en otra final de Champions.

Anuncios