Tiene 68 años y tres Mundiales encima, pero la tanda de penales de la Selección Colombia ante Inglaterra fue demasiado para José Pekerman. Pareció un momento de demasiada tensión en la que no supo -o pudo- aguantar el golpe. El entrenador argentino volvió a quedarse afuera ante una pesadilla que ya no tolera ver: los penales. Tras el anuncio de su salida, la espina parece volverse más grande y dolorosa que nunca.
Le había pasado en la famosa definición de la Selección argentina ante Alemania, por los cuartos de final del Mundial 2006. Lehmann, el arquero europeo, tenía un supuesto papelito con los antecedentes de los pateadores argentinos. Pekerman, por su parte, había dicho en la conferencia antes del partido que habían practicado remates desde el punto de penal porque no pensaba "llegar a esa instancia".
En la Copa América 2015, la Tricolor quedó afuera ante la Selección argentina también en penales. Carlos Tevez fue el hombre que sentenció la historia luego de un 0 a 0.
Contra Inglaterra, fue el último golpe al corazón. Ni bien terminó el partido, se agarró la cabeza, como si la presión fuera demasiada. En la tanda de penales y abrazado a Néstor Lorenzo, Pekerman no vio el desarrollo de los penales. Solo pudo taparse los ojos, en clara señal de nervios y tensión. Cada tanto, espiaba. Respiró fuerte con la atajada de Ospina. Se lamentó por el fallo de Uribe. Sufrió el penal fallado por Bacca.
Se destapó la cara cuando Colombia estaba afuera del Mundial Rusia 2018. Pekerman, por tercera vez en su carrera, se encontró ante una pesadilla a la que ni siquiera pudo mirar a los ojos.
