El Barcelona tiene claro que este próximo verano debe aplicar una norma básica: ingresar dinero. Como ya contamos en GOAL, el club tiene decidido que la mayor parte de la plantilla del primer equipo masculino puede salir. Si llegan buenas ofertas, habrá traspasos, incluso por futbolistas titulares durante los últimos años, como es el caso de Marc-André ter Stegen o Frenkie de Jong, jugadores esenciales para Xavi Hernández pero por los que la entidad azulgrana se sentará a negociar si hay clubes interesados en contratarles. Solamente hay seis futbolistas intocables por los que, a menos de que llegue una oferta desorbitada y muy por encima del precio de mercado, no habrá negociación posible: Ronald Araujo, que acaba de renovar; Eric Garcia, Pedri González, Ferran Torres, Ansu Fati y un Gavi al que el Barcelona debe renovar en los próximos meses y concederle definitivamente ficha del primer equipo.
Todos ellos, jóvenes. Pero hay otros compañeros de edad temprana que el conjunto barcelonista ya no considera intocables y por los que querrá hacer caja. El primero de ellos, Riqui Puig, un jugador formado en las categorías inferiores y la gran esperanza del centro del campo azulgrana durante muchos años. Parecía la excelencia del modelo, un futbolista que iba a ser titular en la posición de interior como mínimo una década. Pero no ha convencido a ningún entrenador. Ni Ernesto Valverde, ni Quique Setién, ni Ronald Koeman, ni Xavi Hernández han contado con él y su destino está fuera del Camp Nou. La voluntad del Barça es traspasarle, pero si finalmente no consigue una buena oferta puede salir cedido. Eso sí, previa renovación de contrato, ya que termina en junio de 2023 y el club no le quiere regalar.
Sergiño Dest es otro de los jugadores que puede salir si llega una propuesta interesante. Ha mejorado sus prestaciones con Xavi, pero sigue sin ejecutar cuestiones básicas del juego y llega tarde a acciones defensivas que debería dominar. El club busca lateral derecho -a falta de saber qué hará Dani Alves- y pretende sacar tajada por un futbolista internacional con Estados Unidos que sigue teniendo mercado en Europa. El Barça no quiere vender a Nico González. De hecho, le hizo ficha del primer equipo a media temporada. Pero ha ido jugando paulatinamente menos minutos y sus actuaciones no han acabado siendo las esperadas por el entrenador. Incluso le ha sustituido pronto en encuentros en los que ha sido titular. La intención no es ponerle en el escaparate, pero ha dejado de estar entre los intransferibles. Si llega una buena propuesta, el Barcelona la escuchará.
El caso de Ferran Jutglà es completamente distinto al resto. El club cuenta con él y a Xavi le gusta por varios motivos, no solamente de rendimiento futbolístico. Así como hay jugadores que cuando prueban el primer equipo ya les provoca pereza bajar al filial y jugar una competición semi-profesional, a Jutglà le sucede todo lo contrario. Para estar en el banquillo noventa minutos, el delantero prefiere jugar, coger ritmo, marcar goles y mejorar habilidades. Le da igual que la liga sea la Primera RFEF, es decir, la antigua Segunda B. El de Sant Julià de Vilatorta es un futbolista comprometido que va creciendo dentro del club, algo que se valora mucho, por lo que este verano la idea es que salga cedido a un equipo de LaLiga. Le ven con condiciones para jugar en Primera y adquirir la experiencia necesaria para volver, formar parte del primer equipo y jugar de manera regular. Al delantero, todo le parecerá bien.