Lionel Messi Barcelona GetafeGetty Images

"Jamás creí que Messi podía hacer lo que hizo"

Corría el minuto 28 de partido y el Barcelona ya se había puesto por delante en el marcador ante el Getafe, que le había tocado medirse al conjunto que entrenaba Frank Rijkaard, vigente campeón de Europa en aquellos momentos, para meterse en la final de la Copa del Rey. Xavi Hernández había abierto el marcador. Sin embargo, ni él ni ninguna de las almas reunidas en el Camp Nou imaginaban que presenciarían uno de los goles más bonitos de la historia del fútbol.

Xavi abrió a la banda, todavía en la zona del Barcelona, para Lionel Messi, que recibió con dos toques suaves que rompieron la cintura de Javier Paredes. "En aquel momento pude hacerle falta pero no creí que fuera una buena opción porque me iba a costar la tarjeta amarilla y nunca pensé que iba a hacer lo que hizo" recuerda el lateral izquierdo, hoy en las filas del  Club Deportivo Ebro, de la Segunda División.

Cuando Paredes quiso reaccionar, Messi había dado un tercer toque al balón para que pasara entre las piernas de Nacho Pérez. "Quiero aclarar que el túnel me tocó en ambas piernas, no fue tan delicado como nos tiene acostumbrados Messi" se ríe el centrocampista, hoy retirado. "Yo estaba de extremo izquierdo ese día pero bajé a ayudar a Paredes y en el afán por ganar la posición fui rapidísimo y me tiró el caño". Messi, voraz, puso entonces la directa hacia la portería de Luis García. Paredes y Nacho se fueron tras él.

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Nacho confiesa que "en cierto momento conseguí ponerme a la par con él y fui metiéndole la mano, aunque cuando llegó al borde del área le tapé su lado derecho pero encontró la forma de irse por la izquierda". Allí salían al corte Alexis Ruano y David Belenguer. "Cuando se fue de Nacho saltaron las alarmas porque nos cogió a todos descolocados". Messi tenía campo libre por delante y ninguno de sus marcadores alcanzaba a derribarle como luego pidió el técnico Bernd Schuster en la sala de prensa. "A toro pasado es muy fácil decir que teníamos que haberle tirado" apunta Nacho.

"Desde la defensa suplicábamos que le pararan como fuera" advierte Belenguer. Pero no fue posible. Cuando se acercó a la frontal del área se desvaneció la posibilidad de hacerle falta. Alexis, además, ya había sido amonestado. El central valenciano, ya retirado, asumiendo que su compañero se jugaba la expulsión si intentaba intervenir, asumió sus galones y se tiró con todo antes de que Messi se le escapara por fuera. "Desvié ligeramente el balón, pero no lo suficiente", se lamenta. Messi ya había superado a cuatro rivales y pisaba el área. La afición observaba con la mandíbula desencajada. Sólo faltaba batir al portero.

Lionel Messi Barcelona GetafeGetty Images

Luis García salió como debía, apenas el delantero se hubo zafado de los dos defensas, pero tampoco pudo hacer demasiado. Messi volvió a irse por fuera, dando tiempo a David Cortés a cruzarse en la jugada para evitar el gol. El lateral derecho, actualmente en el Aarhus GF, creyó que el rosarino culminaría la acción con un disparo raso y se tiró al suelo para interrumpir la trayectoria del balón. Messi, astuto, adivinó sus intenciones y puso la guindilla al jugadón con un delicado globo que besó la red del Getafe mientras la afición enloquecía. Cortés explica que "fue muy jodido estar ahí, pero luego hemos visto cómo ha hecho mil cosas mejores incluso que aquel gol".

El Barcelona todavía marcaría tres goles más, obra de Messi, Eidur Gudjohnsen y Samuel Eto'o, pero concedió dos tantos, a Dani Güiza y al propio Nacho, que le costarían la eliminatoria a un cuadro azulgrana que, extasiado con la obra de arte de su joven valor, acabó tragándose cuatro goles en el partido de vuelta en el Coliseum y fue el Getafe quién acabaría pasando a la final. 

"Este es un dato que suele olvidarse cuando se habla de ese gol" se ríe Belenguer. El entonces capitán desvela que "aunque aquel gol tuviera una trascendencia global, a nosotros nos fue bien para motivarnos de cara al partido de vuelta, y conseguimos levantar una eliminatoria complicadísima también gracias a eso".

Han pasado once años desde entonces y Lionel Messi ha sido designado como mejor jugador del mundo en cinco ocasiones, algo que nunca nadie había logrado.
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